Irène Joliot-Curie nació el 12 de septiembre de 1897 en la que pronto se convertiría en la Familia Real de la ciencia. Sus padres Marie y Pierre Curie ganaron el Premio Nobel de Física en 1903 y Marie ganaría, además, el de Química en 1911. En su libro, “La vida heroica de Marie Curie”, Eva, su hermana, habla de Irene como “una niña tranquila y brava”, profundamente parecida a su padre, que desde muy joven destacó en matemáticas y física. La infancia de las dos hermanas cambió por completo la mañana del 19 de abril de 1906. Irene tenía ocho años y Eva cerca de dos, cuando su padre fue atropellado por un carruaje tirado por caballos en la calle Dauphine, cerca de Saint Germain de Pres, en París. (1)
Tras la muerte de Pierre, Irène parecía designada por Marie a ocupar el vacío dejado por éste y convertirse, con los años, en su confidente y colaboradora. A los once años ya estudiaba matemáticas avanzadas y con trece viajaba sola y pasaba largas temporadas en casa de los amigos íntimos de Marie mientras esta pronunciaba conferencias en diferentes universidades o se aislaba en el laboratorio.
En el instituto de enseñanza de Sevigné, sobresalía tanto en matemáticas y en física que se le permitió enseñar estas materias a sus compañeros. A los catorce aprobó la primera etapa de bachillerato con un año y medio de adelanto y matrícula de honor. Tres años más tarde, en el inicio de la Primera Guerra Mundial, ingresó en la Sorbona para estudiar matemáticas y física, al tiempo que se matriculaba a un curso de enfermería. Para entonces, Marie ya se refería a ella como “su compañera y amiga” y la llevó al frente donde había desplegado una flota de sesenta unidades portátiles de rayos X, conocidas como “las pequeñas Curie”.
En pocos meses, la dejó sola a cargo de una instalación radiológica de campaña en Hoogstade, donde, sola y sin ayuda, radiografiaba a los heridos y llevaba a cabo un cálculo geométrico para indicar al cirujano la localización de las balas y la metralla. Cumplió la mayoría de edad formando a enfermeras para que ocuparan su lugar cuando se trasladara a otra posición del campo de batalla. El siguiente destino fue Amiens. Allí aprendió por su cuenta a reparar los aparatos de rayos X, obteniendo una notable experiencia técnica.
Marie Curie conduciendo una ambulancia (izquierda) e Irène Joliot-Curie bajando de una de ellas (derecha)
Regresó a París en 1916 para impartir un curso de rayos X en el nuevo Hospital Eith Cavell y volvió a matricularse en la Sorbona licenciándose con matrícula de honor en matemáticas y física. En 1920 entró a trabajar como ayudante en el laboratorio Curie del Instituto del Radio de la Universidad de París, dedicado a las investigaciones y enseñanza de la radiactividad. Centró sus primeras investigaciones en fenómenos atómicos y basó su tesis doctoral en el estudio de las partículas alfa (núcleos de helio-4) emitidas por una fuente de polonio. (2)
Marie e Irène Curie (1925)
Fue en esta época en la que conoció al que sería su esposo y compañero sentimental Frédéric Joliot, quien era asistente en el laboratorio de Marie Curie, con quien se casó en 1926 adoptando sus apellidos y pasando a ser conocida como Irène Joliot-Curie.
Irène y Frédéric Joliot-Curie en el laboratorio.
En 1927, tres años antes de que Frédéric presentara su tesis, tuvieron a Hélène, poco después Irène contrajo tuberculosis. El médico le advirtió de que no tuviese otro hijo y que disminuyese su ritmo de trabajo. Pero aquello era superior a ella. La tuberculosis no la llevaría a renunciar a aquello que le hacía sentir completa, a ser investigadora y madre. A la semana siguiente, combatiendo contra una enfermedad que volvería a padecer a lo largo de su vida, ya estaba de vuelta al laboratorio y cinco años más tarde su otro deseo se hizo realidad, dio a luz a Pierre.
Irène y Frédéric Joliot-Curie con Hélène y Pierre
La carrera de Irène Joliot-Curie estuvo centrada en gran medida en el estudio de la radiactividad natural y artificial, la transmutación de los elementos y la física nuclear. Gran parte de ella fue paralela a la de su marido, con el que trabajaba codo con codo, y junto a quien, en el año 1932 irradió parafina utilizando polonio en un experimento. El matrimonio erró en la interpretación de los resultados de este, sin embargo, la repetición y ampliación de dicho experimento ese mismo año por parte del físico inglés, James Chadwick, condujo al descubrimiento del neutrón, por el que este sería galardonado con el premio Nobel de Física en 1935.
Dos años más tarde, en 1934, Irène y Frederic demostraron por primera vez la creación de radioisótopos artificiales mediante el bombardeo de átomos de boro, aluminio o magnesio con partículas alfa, también conocidas como núcleos de helio, el cual publicaron en un artículo titulado Production artificielle d'éléments radioactifs. Preuve chimique de la transmutation des éléments, cambiando para siempre la forma de ver la tabla periódica y la relación entre los elementos químicos, y por lo que fueron galardonados con el Premio Nobel de Química en 1935. (3)
En 1936, Irene fue elegida subsecretaria de estado de Investigación Científica, convirtiéndose en una de las primeras tres mujeres en la historia de Francia en formar parte del Gobierno, en una época en la que el voto femenino aún no estaba aprobado en Francia, y que se conseguiría hasta 1944.
Para 1946, Irene asumió la cátedra de Física General y Radiactividad de la Sorbona y la dirección del Laboratorio Curie del Instituto del Radio, centro del trabajo científico de la familia Curie. También fue nombrada directora de investigación de la Fundación Nacional de Ciencias.
En 1948, Irene viajó a Estados Unidos para dar una serie de conferencias en favor de los republicanos españoles exiliados y fue retenida veinticuatro horas por el Servicio de Inmigración en Ellis Island, la famosa puerta de entrada en Nueva York de la inmigración europea. Tras ser liberada, Irene fue recibida por el físico Albert Einstein en la Universidad de Princeton. También participó en el movimiento para sensibilizar sobre el peligro del uso de la energía nuclear con fines armamentísticos.
En sus últimos años de vida, Irène se dedicó al diseño de un nuevo centro de investigación, el Instituto de Física Nuclear, dotado con un gran acelerador de partículas, de la Universidad de Orsay, al sur de París.
Murió el 17 de marzo de 1956, a los 58 años, en el Hospital Curie, a causa de una leucemia provocada por su continua exposición al material radiactivo, igual que su madre, a la que tanto se pareció.
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Por Centro de Documentación y Divulgación Científica (CDDC), con investigación de Claudio Fernández Ortega del CDDC.
REFERENCIAS
- CSN España (2024). Irene Joliot-Curie y la radiactividad artificial. Recuperado el 12 de agosto, 2024, de: https://www.csn.es/-/irene-joliot-curie-y-la-radiactividad-artificial
- Morrón, L. (2016). Irène y Frédéric Joliot-Curie: Radiactividad a la carta. Recuperado el 12 de agosto, 2024, de: https://mujeresconciencia.com/2016/05/30/irene-y-frederic-joliot-curie-radiactividad-a-la-carta/
- National Geographic (2023). Irène Joliot-Curie, una científica genial a la sombra de sus padres. Recuperado el 12 de agosto, 2024, de: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/irene-joliot-curie-cientifica-genial-a-sombra-sus-padres_18875
- Fotografías: Nobel Prize.