Por ser  fuente de proteínas de origen vegetal, fibra, vitamina B, minerales como hierro y zinc, además de no contener colesterol, el frijol, es un alimento básico del pueblo de México, por lo que el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) ha desarrollado más de 150 variedades, dijo en entrevista el Dr. Jorge Acosta Gallegos,  investigador en mejoramiento genético en el Campo Experimental Bajío.

La producción nacional de frijol es de un millón 150 mil toneladas, y destacan los negros, pinto, flores de mayo y junio, azufrados y bayos. En México, una persona puede consumir hasta nueve kilos de frijol, de producción local o importación, anualmente, pero no se incluye lo que los productores mantienen para siembra o alimento, pérdidas en el corte, trilla y almacén, aclaró el investigador. 

Los productores demandan tecnología y semilla mejorada de variedades de frijol preferentes por consumidores y agroindustriales. Recientemente , el Instituto generó las variedades  Negro Tacana, Flor de Mayo Eugenia, Junio León, Azufrado Higuera, Pinto Saltillo, entre otros materiales, acompañadas de innovaciones tecnológicas con métodos de siembra, altas densidades y prácticas de conservación de suelo y agua ,lo que ha contribuido a la producción  sustentable de frijol en nuestro país.

Sobre los frijoles negros mexicanos, el Dr. Acosta Gallegos explicó que el de tipo opaco, está adaptado a las regiones tropicales, es de planta erecta, de ciclo corto, grano de rápida cocción, con alto contenido de proteína y polifenoles –sustancias antioxidantes-; mientras que el negro brillante se produce en el altiplano central y semiárido, principalmente, bajo condiciones de temporal, es de planta arbustiva postrada, de ciclo largo, acondicionado a la sequía y tolerante a enfermedades.

Cabe mencionar que, el frijol Ayocote, se produce en áreas de altura en el centro del país y es de grano grande; el Lima, es de producción limitada en Guerrero y otras áreas tropicales; el Tepari, es una especie del desierto que se produce y consume en Sinaloa y Sonora, principalmente el de grano blanco; y el frijol Gordo, es de zonas de niebla, resistente a enfermedades, y se encuentra en asociación con maíz en la sierra norte de Puebla, Oaxaca, Chiapas, es de grano grande ovalado de color bayo, negro y rosado.

El frijol es una planta herbácea anual, puede ser arbustiva y trepadora que, en asociación con bacterias Rhizobium puede fijar nitrógeno atmosférico, lo que lo convierte en un cultivo favorable para el medio ambiente, aunque en grandes extensiones, en el altiplano semiárido bajo temporal, requiere atención especial para evitar afectaciones por erosión del suelo.

A través del más reciente proyecto sectorial implementado por el Dr. Jorge Acosta, se registraron diez variedades de frijol en diversas partes del país, lo que representa nuevas alternativas para la ingesta de proteína vegetal de bajo costo y otros compuestos con propiedades nutricionales y nutracéuticas buenas para la salud de los mexicanos.