El Campo Experimental Bajío del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en conjunto con la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) han evaluado el efecto de productos del campo y sus derivados procesados o industrializados en modelos de ratas diabéticas, obesas o con cáncer de colon y han demostrado que el frijol puede prevenir este tipo de cáncer cuando se consume de forma continua, asimismo, puede disminuir los niveles de glucosa en la sangre.

Actualmente el INIFAP estudia diversas plantas medicinales a las que se les atribuyen efectos benéficos para la salud, incluyendo la diabetes o el cáncer. Igualmente, se encuentra desarrollando productos alimenticios novedosos a base de frijol, maíz y sorgo; con lo que se busca probar en modelos de animales, los efectos reales que estos productos tienen sobre la salud.

Las especies de animales utilizadas en dichas pruebas deben contar con calidad genética y microbiológica similar a la humana, asimismo, la selección del animal que se va a utilizar se da en función de la investigación a desarrollar; según la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), entre los más usados se encuentran los ratones que ocupan el 60 por ciento del total, las ratas el 30 por ciento y el resto son cobayos, hámsteres, conejos, perros, gatos, ovinos, primates, entre otros.

El sitio donde se crían, mantienen y utilizan estos animales de laboratorio en un ambiente adecuado acorde a la especie que se esté alojando, recibe el nombre de bioterio y existen cuatro tipos en función de su propósito: bioterio de alojamiento, bioterio de producción, bioterio de utilización y bioterio de distribución.

De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-062-ZOO-1999, Especificaciones técnicas para la producción, cuidado y uso de los animales de laboratorio, un bioterio debe cumplir con ciertas regulaciones para su adecuado funcionamiento, de acuerdo a la ubicación del mismo y a requerimientos físicos que la especie que se desee tratar demande, como temperatura, humedad, ventilación, iluminación y ruido. Además de contar con los permisos y certificados pertinentes del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).