El suelo es la fracción viva de la Tierra, en la cual suceden diversas interacciones que dan inicio a la vida y permiten la producción de alimentos para el mundo. Entender la fertilidad del suelo es una necesidad básica en la agricultura, ya que, en primera instancia, a través de este conocimiento es posible generar alimentos suficientes y sanos para la población, y aunque se ha dejado en segundo plano, es de suma importancia tomar conciencia de que a partir de este conocimiento es posible preservar la salud y la capacidad productiva del suelo para generaciones futuras.
El suelo se compone de 5 elementos: 1) la fracción mineral (constituida por arenas, limos y arcillas), 2) agua, 3) aire, 4) materia orgánica y 5) los seres vivos que habitan este sistema. Las características físico-químicas y microbiológicas del suelo, son una herramienta de amplio potencial para el productor agrícola, ya que el crecimiento y desarrollo de los cultivos y la cantidad y calidad de las cosechas, están estrechamente ligadas a la disponibilidad de los nutrientes, y estos, a su vez, a la actividad de los microorganismos que intervienen en el reciclaje, fijación y movilización de los mismos.
El rendimiento de un cultivo depende directamente de diversos factores, entre los que sobresalen la fertilidad y la sanidad. Por lo que este, se ve mermado cuando no se encuentran las cantidades adecuadas de estos nutrientes en el suelo, cuando las condiciones físico-químicas del suelo no permiten la movilidad de los mismos para ser tomados por las plantas, por la ausencia de los microorganismos responsables de hacer biodisponibles estos nutrientes o por los desbalances en la biodiversidad que conducen al cultivo a la enfermedad. Esto hace necesaria la incorporación de compuestos agroquímicos o enmiendas para suplir estas necesidades y corregir las condiciones adversas. Desde este punto de vista, los análisis físico-químicos y microbiológicos del suelo cobran una muy valiosa importancia, dado que son la base para determinar las necesidades de un suelo y suministra la información necesaria para poder cubrirlas.
Los análisis físico-químicos y microbiológicos del suelo son una herramienta poderosa que permite conocer el estatus nutrimental del suelo (características físico-químicas), y el estado de salud del suelo, es decir, si en este habitan las poblaciones que lo dotan de la capacidad de llevar a cabo las funciones bioquímicas y fisiológicas necesarias para que esos nutrientes sean aprovechables por los cultivos (características microbiológicas). En concreto, los análisis físico-químicos y microbiológicos del suelo permiten al productor agrícola predecir sus rendimientos, corregir y prevenir los problemas que pudiesen limitar el rendimiento y potenciar la efectividad de las estrategias tecnológicas de producción como el uso de fertilizantes, enmiendas orgánicas, mejoradores de suelos y uso de bioinoculantes.
El INIFAP a través de sus laboratorios, ofrece a la población en general los análisis físico-químicos y microbiológicos del suelo, en los cuales, a través de ensayos altamente especializados, con instrumentación de alta tecnología y métodos de análisis aprobados por la normativa nacional e internacional, brinda servicios que aseguran la trazabilidad y alta calidad de los mismos.
El análisis físico-químico ofertado por el INIFAP es una herramienta ampliamente utilizada por los investigadores, y que se encuentra al alcance del público en general. A través de este, es posible obtener información precisa de los suelos permitiendo conocer su pH y su efecto sobre la disponibilidad de nutrientes, la clasificación del suelo a través de su constitución, su capacidad de intercambio catiónico, el contenido de materia orgánica y de micro y macro nutrientes. De tal manera que esta información pueda ser usada para un mejor manejo del suelo y el cultivo, ya que es el punto de partida que sirve como guía para la toma de decisiones en cuanto a la adición de fertilizantes.
Por su parte, el análisis microbiológico ofertado por el INIFAP es único, ya qué además de permitir al productor agrícola conocer la presencia o ausencia de fitopatógenos, va más allá al generar una Valoración del Recurso Microbiano del Suelo. Es decir, este análisis permite conocer cómo se encuentran las poblaciones funcionales del suelo como fijadores de nitrógeno, solubilizadores de fosfatos y de potasio, productores de índoles que promuevan el crecimiento vegetal y antagonistas, que permitan controlar a las poblaciones de fitopatógenos. Aún más, el INIFAP pone a disposición del productor agrícola la posibilidad de aislar a estos grupos funcionales y utilizarlos para potenciar el rendimiento de sus tierras de una forma ecológica y con fines de preservación, ya que de esta manera se promueve conservar la identidad biológica y la capacidad de los suelos para generaciones futuras.
Además de los análisis físico-químicos y microbiológicos, el INIFAP ofrece a productores agrícolas, técnicos de campo y laboratorio, empresarios, académicos, estudiantes e interesados en el sector agrícola, la posibilidad de capacitarse a través de los cursos Interpretación de los Análisis Fisicoquímicos y Microbiológicos del Suelo y Microbiología Aplicada a la Agricultura, impartidos por investigadores especialistas en el ramo.
El curso de interpretación de análisis físico-químicos y microbiológicos se divide en tres fases, en donde se aborda en primera instancia una actualización sobre las propiedades y características físico-químicas y microbiológicas del suelo y la importancia de conocerlas; en segundo término, se aborda la interpretación orientada a valorar el estatus actual del suelo y estimar la respuesta del cultivo a las condiciones observadas; y en tercero, trata la recomendación, en donde se aprenden cálculos sencillos y prácticos que permiten obtener resultados en la producción comercial de cultivos.
El curso de microbiología aplicada a la agricultura, ofrece una actualización sobre cómo la productividad del suelo, es dependiente de la biodiversidad microbiana del mismo, aborda las poblaciones microbianas funcionales del suelo y su relación con la nutrición y la sanidad vegetal. Por otra parte, ofrece la parte práctica en donde se aprende a realizar la valoración del recurso microbiano funcional del suelo, el aislamiento, caracterización, identificación y bioprospección para el aprovechamiento del potencial agrobiotecnológico de las poblaciones nativas de los suelos.
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