El pasado 29 de julio, en Apizaco, Tlaxcala, Ramón Muñoz Ledo, investigador de la Gerencia de Materiales y Procesos Químicos fue invitado a dar una conferencia para la Sección Tlaxcala del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ).

La plática se tituló: “Corrosión: el hombre contra la naturaleza”, en la que Ramón Muñoz Ledo habló acerca de las diferentes formas en las que la corrosión afecta los metales y los distintos factores que influyen en ello.

De acuerdo con el ponente, el hombre utiliza los minerales presentes en la naturaleza y los transforma para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos materiales comienzan a deteriorarse, dando a paso a la corrosión, que no es sino el intento de estos mismos materiales de volver a su estado original.

A partir de esto surge el estudio de la corrosión desde dos perspectivas. En primer lugar, el enfoque técnico, en el que se intenta comprender los factores que dan lugar a ésta y cómo minimizarlos. En segundo lugar, se analiza el problema desde una perspectiva económica y social, a través de la cual se busca reducir los costos del combate a la corrosión, así como sus repercusiones en la sociedad y en el medio ambiente. Se menciona que, en países industrializados, los gastos provocados por la corrosión equivalen al 2-4% del producto interno bruto (PIB).

Debido a estos gastos y a que muchas de las herramientas, construcciones y estructuras que usamos diariamente están expuestas a la corrosión, quienes trabajan de cerca con este fenómeno deben recurrir a diferentes técnicas para prevenir su efecto. Algunas opciones son:
• Recubrimientos
• Aplicación de corriente eléctrica
• Oxidación controlada de las superficies
• Sustitución de materiales
• Desarrollo de aleaciones

La sumatoria de costos que ocasiona la corrosión por mantenimiento, inspección, accidentes, disminución de la producción, protección, reemplazo, etc., es el mayor gasto ocioso (despilfarro) que tiene la humanidad en la actualidad.

Aunque se debe llegar a un balance de costo-beneficio en cuanto a estas alternativas, es importante recordar que la implementación de cualquier solución preventiva siempre es preferible a los daños, tanto humanos como económicos, que la corrosión puede ocasionar.

Ramón Muñoz Ledo estudió la Licenciatura y Maestría en Ingeniería Metalúrgica en la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de 1981 a 1986. Obtuvo el Doctorado en Ciencias Químicas, con especialidad en Fisicoquímica, en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1997.

Desde 1982 ha desempeñado su labor como investigador en el IIE, participando en el desarrollo de al menos 15 proyectos sobre corrosión y ensayos no destructivos de materiales para la CFE, PEMEX y la industria privada.