• La reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno (proveniente principalmente de fuentes móviles) no es suficiente para reducir la concentración de ozono troposférico.
  • El control de los COV es importante para reducir la formación de ozono troposférico.
  • La distribución espacial de los precursores de ozono no es homogénea, por lo que la formación de ozono puede ser distinta a nivel local y entre ciudades.

El Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), a través del Colectivo Sistemas Complejos que dirige el Dr. Víctor Salcido, organizó la conferencia: “Formación de ozono sobre la Ciudad de México durante la pandemia COVID-19”, la cual fue impartida por el Dr. Óscar Peralta, del Centro de Ciencias de la Atmósfera, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El Dr. Peralta explicó que aún con la reducción de las emisiones a la atmósfera de contaminantes primarios en el Valle de México y su Zona Metropolitana derivado de las restricciones sanitarias por la pandemia de COVID-19, esta condición no influyó en una disminución de las concentraciones de ozono (O3) en la región, indicando que estas fueron prácticamente iguales a las de años anteriores.  En su exposición consideró el comportamiento del O3 de marzo a mayo de 2019 y de 2020, así como la tendencia de reducción de los óxidos de nitrógeno a lo largo de los años y especialmente durante la pandemia. Resaltó también, que el O3 es un compuesto secundario de origen fotoquímico que se forma en presencia de luz solar, cuyos precursores principales son los óxidos de nitrógeno (NOX= NO + NO2, emitidos principalmente por vehículos) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), los cuales son compuestos orgánicos de alta volatilidad de origen natural y antropogénico, que pueden emitirse por la descomposición de biomasa, la quema de combustibles fósiles, o como parte de disolventes utilizados en la industria de la pintura, el calzado, en productos de limpieza e higiene personal, entre otros; además, su formación también está influenciada por las condiciones meteorológicas de la región (radiación solar, temperatura, velocidad del viento y la estabilidad atmosférica, entre otras). 

De acuerdo con el Dr. Peralta, que las concentraciones de ozono sean similares a las de años anteriores, aún con la disminución de las emisiones de NOX, está relacionado con la presencia de los COV, para lo cual mostró un cambio en la relación NOX, COV y ozono, que en 2020 y los meses de marzo a mayo, muestra una mayor participación de los COV en la formación de este contaminante, lo cual tiene la influencia del incremento en el uso de solventes para la limpieza, entre otras causas. También observa que, para reducir la formación de ozono en el Valle de México y su zona metropolitana, se deben implementar acciones para el control de emisiones de COV, en conjunto con los esfuerzos de reducción de NOX que ya aplican.

Entre las conclusiones que nos compartió el conferencista se encuentran: la formación de ozono en ciudades o regiones no es homogénea, debido a que la distribución de sus precursores varía, encontrándose que algunos sitios pueden estar dominados por la presencia de óxidos de nitrógeno o por la de compuestos orgánicos volátiles, e incluso estos contaminantes pueden tener una participación similar, lo cual influirá en el nivel de concentración de ozono que se forme y estas características deben considerarse en la selección y aplicación de medidas de reducción de emisiones.

De esta manera, el INEEL genera los vínculos con colegas nacionales e internacionales que estudian las diversas situaciones ambientales por el compromiso de mantener un sistema ambiental más sustentable y limpio.

Les invitamos a ver la videoconferencia completa en nuestro canal de YouTube: https://youtu.be/WXsI1D60pfc