Las ciudades funcionan como los motores económicos de los países y son una gran oportunidad para realizar acciones para enfrentar el cambio climático, refirió el Mtro. Miguel Breceda, coordinador general de Crecimiento Verde, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) al inaugurar las actividades del cuarto día del Segundo Encuentro Nacional de Respuestas al Cambio Climático.

El especialista planteó el enfoque de sustentabilidad no como una meta para las ciudades, sino como una ruta para cubrir las necesidades de la población y el entorno que las hospeda.

Esa reflexión introdujo la presentación de la maestra Aura Rodríguez Villamil, subdirectora de Economía Industrial y de la Energía del mismo instituto, quien compartió los avances en la creación de la Plataforma de conocimiento sobre ciudades sustentables. Respuesta al cambio climático desde las ciudades, misma que inició su planeación en 2016 y que hasta ahora tiene cubiertas cuatro de las cinco fases programadas para su lanzamiento vía web.

Esta plataforma está planeada para brindar información y asesoría a tomadores de decisión y la sociedad en general al identificar las diez dimensiones básicas (agua, aire, uso de suelo, edificaciones, industria, energía, movilidad, habitabilidad, bienes y servicios ambientales y manejo de residuos sólidos) que permiten evaluar el nivel de sustentabilidad de las ciudades en México.

 

Ciudades Emergentes

El Programa Ciudades Emergentes y Sostenibles, una iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fue presentada por Javier Garduño, especialista en temas de finanzas públicas y política pública, quien utilizó datos sobre la realidad de las ciudades intermedias en Latinoamérica para identificar las dimensiones que evalúa el programa: Sostenibilidad ambiental y cambio climático (emisiones de gases de efecto invernadero), Sostenibilidad urbana (patrones de crecimiento), y Sostenibilidad fiscal y de gobernanza (creación de proyectos de inversión para una gestión adecuada de gasto público e ingresos).

El Programa impulsado por el BID considera cuatro factores para la toma de decisiones sobre los proyectos a implementar: la opinión pública, el impacto ambiental, las capacidades técnicas y el potencial económico de la ciudad.

 

Crecimiento urbano eficiente

La segunda mesa del día presentó la visión de la academia en torno a las ciudades sustentables. En ella, los panelistas coincidieron en que la definición de sustentabilidad para las ciudades debe basarse en un crecimiento urbano eficiente que contemple un impacto mínimo al ambiente y a la vez impulse el crecimiento económico de la sociedad.

Entre las estrategias que sugieren para el crecimiento verde en las ciudades se identifica la creación de normas, infraestructura y equipamiento al alcance de la población, contar con espacios e información disponibles para fomentar la participación de la ciudadanía, así como instrumentos que fortalezcan la paz y tranquilidad de las personas. 

El doctor Sergio Efrén Martínez Rivera, de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró que el primer paso para diseñar estrategias encaminadas a la creación de ciudades sustentables tiene que empezar por la reflexión del impacto de nuestro consumo.

“La construcción de una ciudad sustentable parte de la reflexión individual, la sostenibilidad no es un problema de información, es un problema de conciencia”.

Un ejemplo de ciudad con enfoque sustentable es la ciudad de Cozumel. Su presidenta municipal, Perla Tun Pech, compartió que las principales características de la isla es el involucramiento de la comunidad. Según Tun Pech, la gobernanza para un crecimiento verde no podría implementarse sin la convicción y compromiso de los habitantes, pues son ellos los que definen y contribuyen a las acciones necesarias en su comunidad.

La mesa cerró con las consideraciones de Mariana Boy Tamborel, directora general de Fomento Ambiental, Urbano y Turístico de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quien consideró importante replantear el desarrollo a partir de un enfoque local, “no solo construimos la ciudad, sino la ciudad nos construye como ciudadanos” refirió al compartir su visión de gobernanza.

 

Financiamiento para la sustentabilidad en las ciudades

José Cruz, de la Sociedad Hipotecaria Federal, expuso acerca de los programas de venta y renta de vivienda sustentable como EcoCasa, que tiene como objetivo reducir 20 por ciento de emisiones de gases de efecto invernadero, comparado con una casa de línea base y URBA, un programa de urbanización sustentable para la vivienda.

Señaló que el sector vivienda es el responsable del 15 por ciento del consumo energético y el tres por ciento de las emisiones nacionales. Por esta razón, la Sociedad Hipotecaria Federal está llevando a cabo iniciativas para que, además de contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, muestre la factibilidad de la construcción de casa de alta eficiencia energética y ofrece disminución de consumo en servicios, como agua, gas y electricidad.

Por su parte, Carlos Pfister Huerta, consultor fiscal, detalló que muchos de los recursos de los municipios están mal administrados, lo que no permite que se realicen obras y acciones en beneficio del medio ambiente, por lo que sugirió la recaudación de fondos para revertir los efectos del cambio climático en las ciudades.

Finalmente, Ramón de la Torre, abogado asociado de la firma García Barragán Abogados detalló que ante la expansión urbana y crecimiento de la ciudad se requiere reflejar costos a largo plazo de efectos del cambio climático ante la falla de mercado e incentivos para reducir la emisión de carbono, es decir, elevar el precio del mercado de carbono, por lo tanto, elevar el precio de los combustibles fósiles y disminuir su uso en automóviles u otros productos que dependen de éstos.

 

Casos de éxito y experiencias para la sustentabilidad urbana

María Neftalí Rojas Valencia, del Instituto de Ingeniería, y Erik García de León, del Instituto Tecnológico Superior de Tacámbaro Michoacán, expusieron un par de ejemplos en los que a partir de deshechos orgánicos y de residuos de construcción es posible la fabricación de ladrillos ecológicos.

En la República mexicana se generan alrededor de 33 mil 600 toneladas al día de residuos de construcción, de las cuales solo una pequeña cantidad se recicla. Asimismo, se reportan 17 mil ladrilleras artesanales en México sin embargo la producción de este ladrillo se hace de una forma no sustentable.

Entre los resultados es que la resistencia de ambos ladrillos es alta, cumplen con los parámetros de calidad solicitados por la normativa mexicana y lo mejor es que no se generan gases de efecto invernadero porque no se hornean, son hechos con materiales reciclables y pueden fabricarse de acuerdo a las necesidades.