El Programa Sembrando Vida busca atender dos problemáticas centrales para México, la pobreza rural y la degradación ambiental, a través del impulso de la autosuficiencia alimentaria, con acciones que favorecen la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente.
El programa basa su estrategia en la enseñanza transversal, capacitación y acompañamiento de personas campesinas para el reactivamiento productivo de sus parcelas a través de la agroecología en donde se combinan ciencia y saberes tradicionales a fin de sostener los ciclos de la vida; enfrentar la degradación ambiental y el cambio climático; aumentar la seguridad alimentaria y la resiliencia; diversificar la producción de alimentos y dietas; y preservar el patrimonio biocultural entre otros.
Objetivo
Reactivar el campo y la economía local a través de la regeneración del tejido social en las comunidades.
¿Cómo se logrará?
Con acciones que favorezcan la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente, mediante la implementación de parcelas con sistemas productivos agroforestales, atendiendo con ello dos problemáticas: la pobreza rural y la degradación ambiental.
Estructura del Programa
El programa comprende comunidades de aprendizaje campesino (CAC), conformadas por un promedio de 25 sujetos de derecho que se reúnen para la generación de conocimiento a través del intercambio de experiencias y la formación, implementando viveros comunitarios utilizados para proveer las plantas y biofábricas.
Estas plantas serán utilizadas en el sistema agroforestales de árboles maderables y frutales (SAF), y en el sistema milpa intercalada con árboles frutales (MIAF). Las cuales estarán ubicadas cerca de las Unidades de Producción sinedo atendidas por las y los sujetos de derecho del Programa.
Implementación del Programa
El programa se encuentra en 20 estados de la República cuya meta es lograr un total de 1,157,500 hectáreas sembradas. Actualmente las y los sembradores reciben un apoyo económico mensual, además de la capaccitación y acompañamiento constate por técnicos sociales y productivos. El progama cuenta con beneficios sociales y ambientales traducidos en el intercambio de saberes, la autonomía comunitaria, el fortalecimiento del sentimiento de permanencia, la preservación de bosques y selvas, el uso eficiente del agua y la conservación del suelo.
