• Tasa de sobrevivencia entre el 40% al 75%
  • En los sistemas agroforestales se consideran incrementos de carbono en el suelo, a partir de la información que determinan las Directrices del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), considerando:
    • la adopción de prácticas agrícolas de conservación de suelo (cero labranza y labranza reducida)
    • la incorporación de materia orgánica (compostas) para mantener la fertilidad del suelo
  • Los incrementos por la adopción de las prácticas provienen de los valores de referencia de dichas directrices.
  • Diferencia entre los sistemas agroforestales y las milpas intercaladas con árboles frutales
  • Diferentes arreglos de las especies de árboles (árboles con mayor captación de carbono como, por ejemplo, cedros y caobas, y árboles con menor captación carbono como cítricos, cacao, y café)
  • La poda ocurre en un el 40% en los árboles frutales y, no hay poda en los árboles maderables
  • Diferencias por regiones y climatología de las entidades del país que son beneficiadas por el programa, con la finalidad de establecer el valor de referencia de los contenidos de carbono en el suelo. La diversidad y el estado de los suelos del país tienen efectos diferentes en la reducción de emisiones.
  • Densidad de los árboles, que va, de la observada entre 2019 y 2020, de 689 a 1000 árboles por hectárea, lo cual coincide con la meta que establece el programa.
  • Consideración de que Sembrando Vida se desarrolla en tierras abandonadas.
  • Para el cálculo inicial del potencial de captura de carbono se consideraron:
    • 500,000 hectáreas de cultivos anuales
    • 500,000 hectáreas de sistemas agroforestales
    • 250,000 hectáreas de milpa intercalada con árboles frutales
       

Dada la gran diversidad de arreglos y consideraciones de las regiones en donde se encuentra el programa, se tiene una captación de carbono que va desde 3.5 ton de CO2/ha/año y hasta 18 ton de CO2/ha/año. Este dependerá de las acciones implementadas en las áreas de sembrando vida.

En los primeros años del programa, 2019 y 2020, se estimó una mitigación observada (real) acumulada de 3.89 millones de toneladas de CO2e, es decir 3.89 tCO2e/ha, considerando que los árboles recientemente sembrados tienen un bajo contenido de carbono debido al tamaño de la planta, por lo que en los años siguientes el contenido de carbono será mayor. Esta mitigación es 11% mayor a la mitigación más baja en el rango. Con esta tendencia sembrando vida podría alcanzar un potencial de 17.8 millones de toneladas de CO2 / año.

Considerando el potencial de mitigación más bajo de 3.5 ton CO2/ha/año, y con cálculos preliminares y conservadores, Sembrando Vida tiene un potencial al 2030 acumulado de 21.09 millones de toneladas de CO2e para México.

Es importante señalar que el potencial de reducción de emisiones estimado es muy sensible a la densidad, sobrevivencia y especies que se seleccionen por lo que el diseño en cada región requiere el acompañamiento técnico para ir ajustando la implementación y realizar el monitoreo de las absorciones.

La metodología con la que se estimó la mitigación del programa Sembrando Vida toma en cuenta consideraciones indicadas por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), con la finalidad de asegurar y transparentar la contabilidad. Entre ellas, "la absorción antropogénica neta de gases de efecto invernadero", que se cumple por la intervención en las parcelas del programa. La CMNUCC indica que se debe estimar la "absorción neta de referencia de los gases de efecto invernadero por los sumideros” es decir, las condiciones iniciales de las tierras. Para Sembrando Vida, de acuerdo a la información proporcionada por la Secretaría de Bienestar se consideraron las parcelas como tierras abandonadas, por lo que se cumple con esta consideración metodológica.

Finalmente, cabe recordar que la captura de 193 millones de toneladas de dióxido de carbono anuales que reporta nuestro inventario nacional, provienen mayoritariamente de la permanencia de 98 millones de hectáreas forestales,  21.3  millones de hectáreas de Áreas Naturales Protegidas terrestres y otros ecosistemas naturales del país. Esto muestra una gran oportunidad para potenciar la captura de gases de efecto invernadero en nuestro territorio, mejorando la vida de la población que los conserva. El programa Sembrando Vida con 1.25 millones de hectáreas y su gran potencial socioeconómico, cultural y ambiental constituye una contribución adicional a esa mitigación básica junto con los programas de restauración ecológica, reducción de la deforestación y otros que ya se realizan a nivel estatal y municipal y una aportación fundamental para el combate del Cambio Climático.

 Esto es, no existe una medida que sustituya el proteger y restaurar nuestros bosques, selvas y ecosistemas con toda su biodiversidad, de manera permanente, así como fortalecer la implementación de programas que permitan un uso sustentable de los mismos, lo que incluye la preservación de los servicios ambientales para bienestar de la población local, y como contribución al ambiente regional y global.