Desde UNICEF agradecemos la invitación a participar en este foro virtual que busca no sólo la reflexión, sino también dar propuestas y poner al alcance de todas las personas 5 herramientas educativas sobre el cambio climático y el medio ambiente. Nos complace mucho realizar conjuntamente este foro con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El cambio climático tendrá cada vez más consecuencias sobre todos los seres humanos. Las personas menos responsables del cambio climático son las niñas, niños y adolescentes; sin embargo, ellos sufrirán las peores consecuencias. Sin duda, el cambio climático es una amenaza directa a sus oportunidades de sobrevivir, crecer y prosperar.

Esta es la primera vez que toda una generación de niños crecerá en un mundo que se ha tornado mucho más peligroso e incierto a consecuencia del clima cambiante y la degradación del medio ambiente. Para niñas y niños en situación de vulnerabilidad habrá mayores dificultades; en muchos países ya están perdiendo sus hogares, su salud y las oportunidades educativas y al aumentar la frecuencia de las crisis relacionadas con el cambio climático, será más difícil recuperarse.

La acción climática representa una oportunidad excepcional para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 4 “educación de calidad”, ODS 6 “agua limpia y saneamiento” y ODS 13 “acción por el clima”. Para que UNICEF pueda cumplir su mandato y proteger a los niños más vulnerables del mundo, es imprescindible abordar los retos que plantea la sostenibilidad ambiental y la mejor forma de hacerlo es a través de la educación.

 

El compromiso de quienes estamos hoy en este foro es que la educación sume a la sostenibilidad ambiental y que pueda brindar herramientas y conocimientos a las comunidades educativas, en particular a las niñas, niños y adolescentes.

UNICEF colabora con sus aliados mundiales y locales para lograr que los niños puedan vivir en un medio ambiente seguro y limpio a través de cuatro estrategias: 1) Proteger a los niños contra el impacto del cambio climático y la degradación del medio ambiente; 2) Dar la máxima prioridad a los niños en las estrategias y los planes de respuesta al cambio climático; 3) Proteger a los niños contra el impacto del cambio climático, buscando que las escuelas, los centros de salud, las instalaciones de abastecimiento de agua y saneamiento sean resistentes a las perturbaciones climáticas y ambientales; y 4) Reducir las emisiones y la contaminación de nuestras intervenciones, en UNICEF se ha creado un fondo a nivel global con el objeto de reforzar este proceso que implica reducir nuestra huella de carbono, consumo de agua y energía, el uso de papel y la cantidad de residuos.

El compromiso de UNICEF con el medio ambiente implica una transformación de fondo en cómo hacemos nuestro trabajo día a día. Esa es la misma invitación que hacemos a nuestros aliados, desde las más altas autoridades, directivos, docentes y padres y madres de familia. El ejemplo es el mejor maestro, por ello nuestras acciones serán quienes determinen que los conocimientos y prácticas en el cuidado al medio ambiente tengan eco en la vida de las niñas y los niños.

El día de hoy presentamos “El cambio climático y mis derechos” los manuales para docentes y estudiantes de secundaria que elaboramos junto con el INECC, y Fondo para la Comunicación. Estos materiales son reflejo de un esfuerzo para que la información especializada se traduzca en contenidos educativos, desde un enfoque lúdico, participativo y sobre todo amigable.

Estos manuales han sido reconocidos en la región, y en el país, por la necesidad que han expresado las y los docentes de tener materiales educativos en los temas de medio ambiente y cambio climático. Estos manuales incluyen además temas de agua y saneamiento y reducción del riesgo de desastres; desde un enfoque participativo y de derechos de la infancia y adolescencia. Su contenido e implementación busca generar evidencia que la SEP retome en el actual proceso de reforma curricular, en las materias de ciencias naturales y vida saludable, de la Nueva Escuela Mexicana.

Es muy importante que cualquier material educativo en torno al medio ambiente y cambio climático tome en cuenta el rol que tienen niñas, niños y adolescentes como agentes de cambio. Sus voces deben ser parte en todas estrategias y los planes de respuesta al cambio climático; sin ellos, el cambio no será posible. Un ejemplo es Greta Thunberg, en 2018, esta niña de 16 años, nacida en Suecia, desató un movimiento a nivel mundial de niños en edad escolar que exigían mayores medidas de los gobiernos para luchar contra el cambio climático. Ahora, millones están participando en marchas para demostrar su respaldo a esta causa. Ya sea a través de la educación, la tecnología, la ciencia o la ley, jóvenes de todas partes están aprovechando sus habilidades para defender la acción por el clima. Como adultos, no podemos fallarles ni quedarnos atrás.

Por ultimo, el día de hoy, nos congratulamos de refrendar el trabajo conjunto en estos temas a través de un Memorándum de Entendimiento con el INECC hasta el 2025. Hemos sido aliados desde 2017 para colaborar en materia de educación para el cuidado del medio ambiente y el conocimiento sobre las causas e impactos del cambio climático en niños, niñas y adolescentes. Agradecemos la disposición y el trabajo conjunto para sumar a la educación de las niñas y niños de México.

La educación es una herramienta única para hacer frente a los problemas y aprovechar las oportunidades en materia de mejora de hábitos que puedan tener un impacto positivo en el medio ambiente. La educación es la única forma de llegar a millones de niñas, niños y adolescentes y de proveerles de información científica, verídica y clara sobre estas problemáticas y como hacerles frente. Asimismo, es la educación la que puede transmitir conocimientos e información para evitar riesgos de desastres, transmitir mensajes que salven vidas y puedan permitir la supervivencia en momentos críticos.

Pero no podemos hacerlo solos, se requiere la participación y colaboración de toda la comunidad educativa. De las autoridades en los más altos niveles de socios y aliados de sector público y privado, del docente frente a grupo y de padres y madres de familia y, por supuesto, de las niñas y los niños.

Esperamos seguir trabajando juntos para garantizar el ejercicio a la educación de calidad, pertinente y con la participación de todos los NNA. Educación que tome en cuenta que las niñas, niños y adolescentes son agentes de cambio y pueden y deben incidir y actuar positivamente en el futuro de este, su mundo.