El impacto por eventos relacionados con el clima es muy alto en México; el país se encuentra en el noveno lugar a nivel mundial en pérdidas con 46.5 mil millones de dólares en las últimas dos décadas, en las que se ha observado un aumento del 151% en las pérdidas económicas en desastres relacionados con el clima (UNDRR & CRED, 2018). El 86.8% de los daños y pérdidas entre 2000 a 2018 fueron por fenómenos de origen hidrometeorológico como huracanes, tormentas, inundaciones y deslizamientos por lluvias. Para este mismo periodo, se utilizaron alrededor del 91% de los recursos del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) para la atención de fenómenos meteorológicos. Se estima que, por cada desastre relacionado con fenómenos geológicos, hay una ocurrencia de 13 desastres relacionados con fenómenos climáticos y su costo ha sido 10 veces mayor (SEMARNAT-INECC, 2018).

 Los deslaves también conocidos como deslizamientos de ladera han causado en México cuantiosos daños materiales y han cobrado cientos de vidas humanas, especialmente en los estados de Baja California, Chiapas, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Veracruz (CENAPRED, 2004). La población del país que vive sobre las pendientes y al pie de las laderas es altamente vulnerable a deslizamientos, especialmente ante eventos de lluvias extremas acentuadas por efecto del cambio climático y bajo las actuales presiones sobre los ecosistemas forestales (Cardona et al, 2020).

Bajo este contexto el proyecto busca contribuir a la toma de decisiones en el quehacer sobre el cambio climático, a través del fortalecimiento de la implementación de Sistemas de Alerta Temprana (SAT) a nivel local y de medidas de adaptación alineadas con los tres enfoques vinculados con la adaptación basada en ecosistemas (AbE), adaptación basada en comunidades (AbC) y adaptación basada en ecosistemas para la Reducción de Riesgos de Desastres (AbRRD). Estos enfoques han sido reconocidos en México como parte de la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y en otros instrumentos como los Programas de Adaptación al Cambio Climático (PACC) en Áreas Naturales Protegidas.

Asmismo, el proyecto impulsa la implementación de la NDC en materia de adaptación al cambio climático a través de: a) el desarrollo de un modelo de análisis de riesgos a deslizamientos de laderas que incorpore variables de deforestación y precipitación con escenarios de cambio climático; b) medidas de adaptación al cambio climático que fortalezcan la capacidad de preparación y respuesta de las comunidades locales ante estos peligros a través de los sistemas de alerta temprana y; c) medidas de adaptación basada en ecosistemas que reduzcan el  peligro de las comunidades a esta amenaza y promuevan el manejo sostenible de los ecosistemas.

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