Actualmente el mundo se encuentra en crisis sanitaria por COVID-19. La vida cotidiana se modificó de manera súbita; la normalidad como se conocía ya no volverá, y la forma en que se enfrenta esta situación, desde el distanciamiento social, es un reto, el cual puede resultar en fortaleza individual, familiar y comunitaria.

La capacidad para sobreponerse ante una situación adversa e incluso salir fortalecida es a lo que se le llama “resiliencia”.

La resiliencia comunitaria se refiere a la capacidad del sistema social para responder a las adversidades que están afectando al mismo tiempo y de manera semejante al colectivo, mientras se desarrollan y fortalecen los recursos con los que ya se cuenta, para reorganizarse.  

A la desorientación inicial que un evento como la pandemia por COVID-19, se contraponen mecanismos de compensación, como: conductas de autoafirmación, exaltación de valores propios, aumento de la participación política, luto generalizado, actos de homenaje, entre otras.   

La resiliencia comunitaria se construye en el día a día, cuando las personas son activas y desde sus posibilidades individuales:

  • Realizan consumos responsables.
  • Siguen las medidas preventivas establecidas, lo que contribuye a solidarizarse con otras personas que también sobrellevan la adversidad, por ejemplo, el personal médico y de apoyo.
  • Incorporan un enfoque de derechos humanos; por ejemplo, comprenden que las estadísticas reportadas significan vidas de personas y no sólo números.
  • Empatizan con las personas que han enfermado y sus familiares, así como con las que no pueden realizar el confinamiento en sus hogares debido a su situación económica o demanda laboral.
  • Cultivan redes de apoyo con el vecindario y amistades; por ejemplo, en caso de contar con alguna vecina/o con COVID-19 y en cuarentena en su domicilio, brindan apoyo a la persona y a su familia. Simplemente el escuchar puede funcionar muy bien. 
  • Comparten actividades con las personas mayores del hogar, desde una lectura colectiva hasta la enseñanza para comunicarse virtualmente con sus amistades.

Factores que favorecen la resiliencia comunitaria:

  • A menores desigualdades entre sí, mayor cohesión social.
  • La sensación que se produce al actuar conjuntamente y lograr el efecto esperado genera eficacia colectiva.
  • El sentido de compromiso activo de cada persona con su grupo de pertenencia.
  • La identidad cultural que refuerza los lazos de solidaridad en casos de emergencia y brinda autoestima colectiva.
  • El humor social ayuda a hacer más ligera la situación actual y permite poder analizar más objetivamente lo que sucede. 

¿Cómo fortalecemos nuestra capacidad resiliente en tiempos de COVID-19?

  • Reconociendo nuestras emociones y expresándolas.
  • Buscando ser más asertivas o asertivos.
  • Distribuyendo las tareas del hogar y del cuidado para evitar sobrecargas físicas y emocionales.
  • Consultando las fuentes oficiales de información y compartirlas con las personas a su alrededor.
  • Hablando con datos confiables y lenguaje claro a todas las personas que integran el hogar, lo cual incluye a las infancias. La salud mental de niñas y niños depende de la de las personas adultas y de las mayores.

 

Referencias

Artículo sobre resiliencia y afrontamiento resumen UNAM, recuperado de

http://psiquiatria.facmed.unam.mx/docs/ism/unidad2.3.pdf

Trujillo María Angelica, La resiliencia en la psicología social, recuperado de

https://www.ugr.es/~javera/pdf/2-3-AF.pdf

El prado psicólogos, 12 hábitos de personas resilientes (2020), recuperado de

https://www.elpradopsicologos.es/blog/resiliencia-resilientes/

Parker Tara, The new York Times (2017) Cómo ser un adulto resiliente, recuperado de

https://www.nytimes.com/es/2017/07/31/espanol/resiliencia-edad-avanzada.html

Ramírez y Vieyra “Guía para generar resiliencia colectiva frente al covid-19” (2020) recuperado de

https://www.forbes.com.mx/guia-para-generar-resiliencia-colectiva-frente-al-covid-19/

Uriarte, J.D. (2010). La resiliencia comunitaria en situaciones catastróficas y de emergencia. International Journal of Developmental and Educational Psychology. 1, (1), p. 687-693. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/3498/349832324073.pdf