El envejecimiento es un proceso natural al que todos los organismos vivos estamos expuestos. De manera general, consiste en el deterioro paulatino de las funciones biológicas, debido al desgaste ocasionado por el tiempo, aunque también puede acelerarse en función de factores externos que dependen por el medio ambiente o por las características propias de cada individuo.

Conforme la edad avanza, los distintos sistemas fisiológicos de los organismos vivos se desarrollan y cambian. Si bien llega un momento en el que los organismos alcanzan su plenitud,  a partir de determinado momento, empiezan a disminuir su capacidad para la realización de ciertas funciones.

En los seres humanos este fenómeno se presenta de manera heterogénea, ya que mientras existen individuos que conservan sus funciones biológicas casi de manera intacta a lo largo del tiempo, otros sufren importantes cambios en el funcionamiento de su organismo, que incluso les impide llevar una vida normal y saludable.

Entre los sistemas fisiológicos que son afectados, con el transcurso de los años, está el visual, el cual es parte del sistema nervioso central y está integrado por una serie de órganos que facilitan a los individuos la captación, procesamiento y aprovechamiento de la información visual, que permite la percepción del mundo físico que nos rodea.

Los tipos de afecciones que sufre este sistema, son de diversa índole y, como lo mencionamos anteriormente, dependen de las características de cada persona y de los estilos de vida que éstos adopten. Todas las estructuras de nuestro sistema visual cambian con la edad, lo que trae consigo ciertas alteraciones físicas.

Hacia los 60 años, los tejidos alrededor de los ojos pierden movilidad, lo que ocasiona la caída del párpado superior y que el párpado inferior se volteé ligeramente; los ojos se hunden levemente en sus órbitas y los músculos oculares pierden funcionalidad.  Asimismo, aumenta la rigidez del iris y la pupila disminuye un tercio con respecto del tamaño que tenía a los 20 años, a la vez que reacciona más lentamente a las condiciones de luz. Finalmente, el cristalino se torna amarillento, menos flexible y ligeramente opaco.

Trastornos oftálmicos frecuentes en las personas mayores.  

Existen  padecimientos que normalmente  aquejan a las personas mayores, entre los que podemos citar: 

La presbiopía, que consiste en la pérdida de nitidez en la visión o agudeza visual, que se traduce en la dificultad para enfocar objetos cercanos. Este padecimiento puede traer consigo molestias  como dolores de cabeza o sensación de vista cansada. Por lo general, el uso de lentes puede ayudar a corregir este problema.

Partículas flotantes. Consiste en la aparición de puntos negros dentro del campo visual de la persona. Se debe al endurecimiento del vítreo, que es una sustancia gelatinosa al interior del ojo. Por lo general este problema no afecta la visión, sin embargo, en caso de que los puntos aumenten de manera inusual, es necesario acudir con un especialista para un diagnóstico más preciso.

Otro problema frecuente en las personas mayores es la resequedad en los ojos, lo que se debe a la falta de producción de lágrimas. Las personas con este padecimiento suelen quejarse de una sensación de cuerpos extraños, que llega a causarles ardor, comezón, inflamación e incluso, infecciones. Para aliviar estos malestares es necesario el uso de gotas, siempre y cuando sean recetadas por un oftalmólogo.

La reducción de la visión periférica también  es una afección común en las personas mayores, de manera que su campo visual es más reducido. Esto puede limitar sus actividades y su capacidad de interactuar con lo demás, a tal grado que incluso conducir un vehículo, puede volverse riesgoso.

Para la atención de este padecimiento es necesario acudir periódicamente al oftalmólogo, quien podrá detectar las causas y recomendar las medidas pertinentes en cada caso.

 

Trastornos que no son normales.

 

Otro tipo de trastornos oculares que no son normales y que afectan la visión de los individuos son:

 

Las cataratas, las cuales son  una opacidad en la lente natural del ojo o cristalino, que impide la entrada de luz necesaria para percibir imágenes claras. El tratamiento de la catarata siempre es quirúrgico y, por lo general, tiene grandes probabilidades de ser exitoso, no obstante, también existen casos en los que es difícil recuperar la vista, debido a daños estructurales en el ojo.

El glaucoma, que es una de las principales causas de ceguera en personas de más de 40 años. Se caracteriza por la alta presión dentro del ojo, pérdida del campo visual, y daños en el nervio óptico. Este daño es progresivo y de no ser tratado a tiempo y de manera adecuada, puede terminar en ceguera total.

La degeneración macular es un trastorno ocular que destruye lentamente la visión central y aguda, lo cual dificulta la lectura y la visualización de detalles finos. Entre los factores de riesgo se encuentran los antecedentes familiares, el tabaquismo, una dieta rica en grasas y otros más.

Por último, la retinopatía, que es un nombre genérico atribuido a todas aquellas enfermedades, no inflamatorias, que afectan la retina, y que se caracterizan por una pérdida gradual de la vista que puede llegar hasta la ceguera, si no son atendidas de manera oportuna.

Entre algunas de las causas de este padecimiento se encuentran la diabetes y la hipertensión arterial.

 

Como hemos visto, nuestro sistema visual no sólo está expuesto al deterioro normal debido al envejecimiento. También existen enfermedades que pueden ocasionar grandes daños en nuestros ojos y, con ello, importantes afectaciones en nuestras vidas.

Un envejecimiento exitoso implica la adopción de hábitos saludables que nos ayudarán a cuidar nuestra visión, entre los que podemos mencionar:

Llevar una dieta sana, hacer ejercicio, evitar fumar, evitar la fatiga ocular y acudir periódicamente al oftalmólogo, para prevenir enfermedades.

 

 ¡Disfrutemos de la vida cuidando nuestra salud!

 

Invitamos a las y los profesionales y a la población en general interesada en este tema, que deseen hacer investigación sobre el mismo, a que se acerquen al Área de Geriatría mediante la dirección electrónica: blog.inapam@inapam.gob.mx 

 

Fuentes y sitios de interés para mayor información:

Organización Mundial de la Salud: “Ceguera y discapacidad visual”, publicado el 11 de octubre de 2018, Disponible en

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/blindness-and-visual-impairment

http://www.oftalmologiapr.org/

https://www.aao.org/salud-ocular/enfermedades

 

Referencias:

https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-cambios-fisiologicos-asociados-al-envejecimiento-S0716864012702699

https://www.clinicabaviera.com/blog/cuales-las-enfermedades-visuales-mas-comunes-la-tercera-edad/

https://medlineplus.gov/spanish/eyecare.html

https://www.salud.mapfre.es/cuerpo-y-mente/habitos-saludables/prevenir-la-fatiga-ocular-en-el-trabajo/