Se comprende como un proceso complejo que está determinado por aspectos biopsicosociales que se interrelacionan y cambian de acuerdo al contexto histórico, sociocultural, político y económico de cada sociedad, definiéndose como una experiencia única en cada persona.

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Dentro de las esferas que conforman la salud se encuentra la salud mental, considerada un componente esencial para el bienestar de las personas. La Organización Mundial de la Salud la define como un estado de bienestar en el que la persona realiza sus actividades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad. (OMS, 2018)

Determinantes biopsicosociales de la salud mental

Existen circunstancias que influyen en la salud mental de las personas, éstos se conocen como determinantes biopsicosociales. Esta perspectiva se inserta en un modelo que sostiene la existencia de determinantes biológicos, psicológicos y sociales para la salud mental. Esta idea vincula el mundo exterior con la biología y la psique de una persona. También involucra nuestra conciencia, sentimientos y comportamientos. (Engel, 1980).

Profesionistas de diversos campos consideran que la salud mental se ve afectada por tres áreas principales que están encapsuladas en el modelo biopsicosocial:

  • Biológico: genética, química cerebral y daño cerebral.
  • Social: traumas y tensiones de la vida, experiencias de la vida temprana y relaciones familiares.
  • Psicológico: cómo interpretamos los eventos como algo negativo sobre nuestra propia imagen. (Tripathi, 2019).

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Determinantes sociales de la salud mental

A su vez, existen circunstancias sociales que inciden en la salud mental de las personas a lo largo de su curso de vida; a esos elementos se les conoce como determinantes sociales y subyacen en las estructuras sociales, políticas y económicas en las que se sitúa cada grupo social. En la actualidad existen determinantes sociales que afectan de forma crucial la salud mental de las personas, como es el caso de las desigualdades sociales y económicas, la violencia estructural, la discriminación, la violación a los derechos humanos, la pobreza y la desprotección social; al no acceder de forma equitativa a las oportunidades indispensables para el desarrollo integral.

Las implicaciones de estos determinantes se exacerban ante situaciones excepcionales, como ha sido el caso de la pandemia por COVID-19, situación que ha impactado la salud mental de la población, particularmente la de grupos prioritarios[1], como: las infancias, las mujeres, personas en condición de discapacidad, colectivo lgbtttiqa y personas mayores, en quienes se han intensificado los estados de estrés, ansiedad y depresión en respuesta a los cambios que se generaron en sus vidas cotidianas, en las dinámicas familiares y en las relaciones interpersonales. Algunas situaciones que han impactado la salud mental de las personas durante la pandemia por COVID-19 son:

  • Duelos por diversas pérdidas; pérdida de seres queridos, empleo, salud, bienes materiales, vida social, etcétera.
  • Miedo al contagio.
  • Sentimientos de tristeza y soledad por las medidas de distanciamiento social.
  • Sobrecarga en labores no remuneradas de cuidado, crianza, higiene del hogar; las cuales han recaído de forma inequitativa en las mujeres.
  • Tensión familiar y violencia familiar.

Salud mental de las personas mayores

Ante tal escenario, durante la pandemia por COVID-19 hubo un aumento considerable en los niveles de estrés, depresión y ansiedad de la población, particularmente de personas mayores, en quienes se intensificaron las medidas de distanciamiento social debido a particularidades que las ubicaron (a nivel social) como un grupo de mayor riesgo de contagio.

En relación a esto, los primeros hallazgos epidemiológicos de la pandemia por COVID-19 han dejado entrever que la enfermedad tuvo un impacto desproporcionado sobre la mortalidad y la morbilidad de las personas mayores, donde su salud mental se ha visto particularmente afectada, especialmente en el manejo de personas mayores con trastornos neurocognitivos preexistentes y otros problemas psiquiátricos como la depresión y ansiedad. (D’Adamo, 2020).

Esta situación ha puesto de relieve la importancia del cuidado y atención de la salud mental para el bienestar integral de las personas mayores, no obstante, en muchas ocasiones, el personal sanitario y las propias personas mayores no dimensionan los problemas de salud mental, además, la estigmatización de las enfermedades mentales propicia que las personas sean aún más renuentes a buscar ayuda.

De esta manera, es importante realizar acciones que procuren el cuidado de la salud mental de forma continua y así reducir el riesgo de desarrollar algún trastorno mental y para para logar un envejecimiento saludable.

Recomendaciones para el cuidado de la salud mental

Durante los últimos años han surgido nuevas investigaciones que demuestran que hay muchas acciones que se pueden realizar para mantener las mentes sanas. Varias de las acciones que se realizan para mantener los cuerpos sanos, contribuyen también a la salud mental. En este sentido, el Instituto Nacional de Envejecimiento de los Estados Unidos destaca las siguientes recomendaciones:

Cuidar la salud

  • Realizar exámenes de salud recomendados para detección de alteraciones en la glucosa o en los lípidos.
  • Si existen problemas de salud crónicos como la diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol alto y la depresión, es necesario vigilarlos y controlarlos.
  • Consultar al profesional de medicina sobre los medicamentos y los posibles efectos secundarios en la memoria, el sueño y la función cerebral.
  • Reducir el riesgo de lesiones cerebrales por caídas y otros accidentes.
  • Limite el consumo de alcohol.
  • Evitar el consumo de tabaco.
  • Dormir lo suficiente, de 7 a 8 horas cada noche.

Mantener la mente activa

  • Aprender nuevas habilidades también puede mejorar la capacidad de pensamiento. Realizar actividades cognitivamente exigentes como leer, practicar ajedrez, armar rompecabezas, tomar o enseñar clases de baile, aprender un nuevo idioma o instrumento musical.

Mantener conexiones sociales

  • Conectarse con otras personas a través de actividades sociales y programas comunitarios mantienen el cerebro activo y más comprometido con el mundo que nos rodea.
  • Visitar a familiares y amigos. Unirse a los programas sociales en los que pueda interactuar y convivir con otras personas de distintas edades.

Mantener una alimentación equilibrada y saludable

  • Llevar una dieta saludable rica en frutas y verduras; granos integrales; carnes magras, pescado, aves de corral; productos lácteos bajos en grasa o sin grasa. Es importante cuidar el tamaño de las porciones.
  • Limitar el consumo de alimentos altos en grasas sólidas, el azúcar y la sal.
  • Beber suficiente agua.

Realizar actividad física

  • Mantiene la fuerza y el equilibrio y favorece una sensación de mayor energía.
  • Ayuda a prevenir o retrasar enfermedades del corazón, diabetes, entre otras.
  • Mejora el estado de ánimo y reduce la depresión.
  • Se cree que el ejercicio aeróbico, como la caminata enérgica, es más beneficioso para la salud cognitiva que el ejercicio de tonificación y estiramiento no aeróbico.
  • Se recomienda que todas las personas mayores realicen al menos 150 minutos de actividad física cada semana. Unos 30 minutos la mayoría de los días.

Es esencial incluir estas recomendaciones como parte de nuestros hábitos cotidianos para el cuidado y mantenimiento de nuestra salud integral.

Instituciones que brindan atención para la salud mental

Si usted o una persona cercana presentan una situación que esté afectando su salud mental puede acercarse a las siguientes instituciones:

  • Línea de la Vida. Brinda atención especializada por el consumo de sustancias, el riesgo suicida y casos de violencia, dirigida al público en general. Tel: 800 911 2000.
  • Centro Integral de Salud Mental San Jerónimo. Da atención especializada a infancias, personas jóvenes, personas cuidadoras y a quienes viven con alguna discapacidad. Tel: 55 5377 2700. Horario de atención: lunes a viernes, de 8:00 a 16:00 horas.
  • Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Proporciona servicios especializados a infancias, personas jóvenes y personas mayores. Tel: 55 5533 5533.
  • Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. Da consejería psiquiátrica a personas adultas y atención especializada a personas que hayan perdido algún familiar y a personal de salud. Tel: 55 5487 4271 (población en general) y 55 5487 4278 (personal de salud).
  • Red de Sostén Emocional para Familiares en Duelo. Da apoyo a personas que han perdido algún familiar por COVID-19 u otras razones. Tel: 55 4165 7000.
  • Línea UNAM. Proporciona atención psicológica al público en general. Lunes a viernes de 8:00 a 18:00 horas. Tel: 55 5025 0855.

 

Referencias:

  1. CNDH., (2021). Salud mental y derechos humanos en el contexto de la pandemia por COVID-19. Ciudad Defensora. Disponible en: https://cdhcm.org.mx/wp-content/uploads/2021/07/Ciudad-Defensora-13_Electronica-OK.pdf
  2. Ordorika, T., (2009). Aportaciones sociológicas al estudio de la salud mental. Revista Mexicana de Sociología. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-25032009000400002
  3. Organización Mundial de la Salud. (‎2015)‎. Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud. Organización Mundial de la Salud.
  4. Organización Mundial de la Salud. Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. 30 de marzo de 2018
  5. D’Adamo, H., Yoshikawa, T., & Ouslander, J. G. (2020). Coronavirus Disease 2019 in Geriatrics and Long Term Care: The            ABCDs            of            COVID            ‐19. Journal of the American Geriatrics Society, 68(5), 912–917. doi:10.1111/jgs.16445.
  6. Engel G. L. (1980). The clinical application of the biopsychosocial model. The American journal of psychiatry137(5), 535–544.
  7. Toban, F., (2005). Salud mental: una visión acerca de su atención integral. Revista Facultad Nacional de Salud Pública. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12023113
  8. Tripathi, A., Das, A., & Kar, S. K. (2019). Biopsychosocial Model in Contemporary Psychiatry: Current Validity and Future Prospects. 
  9. https://www.nia.nih.gov/health/cognitive-health-and-older-adults.