El envejecimiento activo se interrelaciona con el grado de funcionalidad de una persona desde un contexto integral. Incluye las intervenciones adecuadas de rehabilitación, la capacidad de adaptación y participación en diferentes circunstancias, la readecuación en ciudades para que sean amigables para las personas adultas mayores, el acceso a trabajos remunerados y la participación cívica y social de este grupo poblacional.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento activo es el proceso de optimización del bienestar físico, social y mental, durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez.
Existen tres pilares que permitirán esta optimización:
El modelo del envejecimiento saludable concibe la resiliencia como la capacidad de mantener o mejorar el nivel de capacidad funcional frente a la adversidad, ya sea a través de la resistencia, la recuperación o la adaptación. Esta capacidad comprende dos tipos de componentes: intrínsecos y del entorno.
Componentes intrínsecos
Cómo promover un envejecimiento activo
El envejecimiento activo no es un proceso que comienza en la vejez, sino que es el resultado de hábitos y decisiones tomadas a lo largo de la vida. Algunos consejos prácticos para promover una vejez saludable:
El INAPAM promueve el envejecimiento activo, con un enfoque que busca maximizar las oportunidades de salud, participación social y seguridad para todas las personas adultas mayores, no solo contribuye a una vida más saludable y plena, sino que también reconoce la importancia de su rol en nuestra sociedad.
Una parte esencial del envejecimiento activo es la inclusión social. Las personas adultas mayores no deben quedar al margen de la sociedad, su sabiduría, experiencia y conocimiento son invaluables para la comunidad, para lograr estos objetivos el INAPAM, a través de sus Centros Culturales, les ofrecen diversas actividades socio-culturales, ocupacionales, artísticas, de activación física y recreativas para que fortalezcan su participación social, la transmisión de sus conocimientos para que continúen siendo agentes activos de cambio en sus entornos.
Referencias y bibliografía
1. Organización Mundial de la Salud (OMS). Informe Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud (2015). Disponible en https://www.who.int/es/publications/i/item/9789241565042