La insulina es una hormona que permite movilizar la glucosa al interior de las células, para producir la energía necesaria para las funciones habituales del cuerpo.

Cuando la glucosa no es aprovechada permanece en la sangre, lo cual, da como resultado resultado niveles elevados de azúcar o hiperglucemia.

Existen dos tipos de diabetes:

Tipo 1:  Cuando el páncreas no produce insulina, por lo que es necesario administrar esta sustancia de manera externa para su control. Se le conoce como diabetes insulinodependiente.

  • Es más común en niños y adultos jóvenes.
  • Suele presentarse por debajo de los 35 años, sobre todo en las dos primeras décadas de la vida.
  • Suele acompañarse de delgadez.
  • Hay un factor hereditario que influye en su desarrollo. Se estima que 2 de cada 3 diabéticos pertenecen a una familia con historia de diabetes.

Tipo 2: Cuando los receptores de insulina de las células del cuerpo no funcionan, por lo que la glucosa no puede entrar en éstas y utilizarse como energía. Se le conoce como diabetes no Insulinodependiente.

  • Suele aparecer por encima de los 45 años y es la forma de diabetes más común en las personas mayores.
  • El cuerpo sí produce insulina, pero, no la produce en suficiente cantidad o no puede aprovecharla correctamente.
  •  Presenta un componente genético.
  •  Se acompaña de obesidad. Está presente en menos del 10% de los individuos con peso normal o saludable y en más del 40% o 50% en personas con obesidad importante.
  • Entre los factores de riesgo para esta enfermedad podemos mencionar la herencia, la edad, patrones dietéticos ricos en grasas y azúcares, el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo entre otros. 

En México, esta enfermedad afecta al 14.1 % de la población mayor de 20 años y su incidencia es cada vez mayor debido a cambios en los hábitos, como una vida más sedentaria y un mayor consumo de alimentos menos nutritivos y con más calorías, lo que incide en el número de personas con sobrepeso y obesidad.

La edad también aumenta las probabilidades de padecer esta enfermedad, pero esto no quiere decir que todas las personas mayores vayan a padecerla.

La diabetes se ha convertido en un problema de salud pública no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial, por lo que la Organización Mundial de la Salud considera necesario educar a la población para una vida más sana, que incluya una mejor alimentación y ejercicio, de lo contrario calcula que para el 2025 podría haber alrededor de 380 millones de diabéticos a nivel mundial.

La diabetes no controlada provoca complicaciones, entre ellas la hipertensión arterial sistémica, la cual, es dos veces más frecuente en personas diabéticas. Asimismo, la primera causa de muerte es la arterioesclerosis, que se manifiesta con ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares. También, existe un mayor riesgo de sufrir amputaciones en las piernas .

El 10 % de las personas diabéticas pueden tener limitaciones visuales serias y el 2% ceguera total. De manera similar, se ha observado que esta enfermedad es la principal causa de insuficiencia renal terminal. 

¿Cómo puedo saber si tengo diabetes mellitus?

Existen datos que indican la necesidad de acudir a revisión médica, como coloración obscura en cuello y axilas, aumento del apetito con pérdida de peso, aumento de la sed, orinar frecuentemente, cansancio e infecciones de la piel.

De cualquier forma, se debe acudir a consulta con su médica o médico para una detección temprana, quien realizará una exploración física y solicitará estudios de sangre, donde se observarán los niveles de glucosa en la sangre y de acuerdo con esto, se determinará si tiene riesgo de padecer diabetes o si la padece. En una persona sana, la glucosa en la sangre debe ser menor de 100 mg/dL.

Si se padece esta enfermedad, lo primero que se debe hacer es seguir, al pie de la letra, el tratamiento indicado por el personal médico o la institución de salud.

Es importante realizar cambios en los hábitos diarios para que éstos sean saludables, como puede ser una alimentación balanceada (baja en grasas y alta en fibra), realizar ejercicio de forma regular, bajar de peso, suspender consumo de alcohol y tabaco. También se deben implementar medidas para el cuidado de la piel, así como el correcto corte de uñas y aseo bucal, para prevenir la aparición de lesiones o infecciones.

Es recomendable, medir frecuentemente los niveles de glucosa, en su domicilio, con un glucómetro.

El seguimiento médico es muy importante para evitar complicaciones en ojos, riñones, corazón o vasos sanguíneos. Esto lo mantendrá informado sobre su padecimiento, por lo que es recomendable acudir regularmente al centro de salud a escuchar las pláticas que ahí se proporcionan y aclarar las dudas que surjan. De ser necesario, su médica o médico, indicarán sobre los medicamentos que ayudarán a disminuir los niveles de glucosa en la sangre, ya sean tomados o inyectados.

El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, como Órgano Rector de las Políticas Públicas a favor de este grupo poblacional, está interesado en orientar a la comunidad sobre la diabetes mellitus y otras enfermedades, durante la pandemia COVID-19, por lo que difunde información útil y oportuna, a fin de ayudar a las personas mayores a tomar decisiones informadas que mejoren su calidad de vida.

Referencias:

  • Tratamiento de la Diabetes Mellitus tipo 2 en el primer nivel de Atención. México: Instituto Mexicano del Seguro Social, 08/07/2014
  • NORMA Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010, Para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus.
  • American Diabetes Association. 2. Classification and Diagnosis of Diabetes: Standards of
  • Medical Care in Diabetes-2019. Diabetes Care. 2019;42(Suppl 1):S13-S28. doi:10.2337/dc19-S002.

https://www.nia.nih.gov/espanol/diabetes-personas-mayores

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000305.htm

http://www.unamglobal.unam.mx/?p=54263

http://www.pmfarma.com.mx/noticias/1359-los-numeros-de-la-diabetes-en-mexico.html#:~:text=La%20poblaci%C3%B3n%20en%20M%C3%A9xico%20de,entre%2020%20y%2069%20a%C3%B1os).