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Esta resolución se plantea como una estrategia para concretar acciones que garanticen sociedades en las cuales las personas gocen de las condiciones necesarias para vivir un envejecimiento saludable y puedan ejercer plenamente sus derechos humanos. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento saludable como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. La capacidad funcional consiste en tener los atributos que permiten a todas las personas ser y hacer lo que para ellas es importante (OMS, 2020).

Existen diversos elementos que son necesarios para garantizar que las personas gocen de bienestar en sus vejeces, como es el caso de la calidad de vida, la cual está relacionada directamente con la capacidad y las oportunidades que tienen las personas para autorrealizarse y sentirse satisfechas.

Elementos que conforman la calidad de vida en la vejez.

De acuerdo con la OMS la calidad de vida es:

“[…] la percepción que tiene una persona sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que vive y con respecto a sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones. Es un concepto de amplio alcance que está atravesado de forma compleja por la salud física de la persona, su estado fisiológico, el nivel de independencia, sus relaciones sociales y la relación que tiene con su entorno.” (OMS, 2002).

La calidad de vida se conforma por una serie de aspectos que se definen como objetivos, subjetivos y sociales.

Los aspectos objetivos son aquellos que tienen que ver con las condiciones materiales de la persona adulta mayor, como el nivel de ingresos, vivienda, alimentación, vestido, seguridad social, educación. Estos elementos son parte de los derechos humanos, ya que son indispensables para la satisfacción de las necesidades básicas de las personas.

Por otra parte se encuentran los aspectos subjetivos, los cuales tienen que ver con elementos psíquicos de la persona como: la autoestima, el auto concepto, la intimidad, la expresión emocional y la salud percibida. Estos elementos son subjetivos pues se construyen a partir de la apreciación y valoración que realiza la persona sobre sí misma, su sentido de vida y su lugar en el mundo.

También existen los aspectos sociales, estos se integran por las políticas públicas, programas sociales, servicios institucionales, pensiones no contributivas, así como cualquier otro servicio procurado por el gobierno a través de las instituciones para satisfacer de manera integral las diversas necesidades de las personas adultas mayores.  

En su conjunto, estos tres aspectos conforman la calidad de vida de las personas y se relacionan directamente con las condiciones políticas, sociales, económicas y culturales  del contexto en el que se sitúa una persona, por lo que, para valorar la calidad de vida se debe tener presente que dicha experiencia es individual, heterogénea y subjetiva,  lo que una persona puede considerar como esencial para gozar de calidad de vida, para otra puede no ser importante, por ejemplo tener un alto nivel de ingresos o bienes materiales.

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Es importante saber que un equilibrio entre estos tres aspectos es vital para garantizar una favorable calidad de vida en la vejez y durante todo el proceso de envejecimiento. Así lo muestran diversos estudios realizados alrededor del mundo en los que las personas adultas mayores expresan que el tener relaciones sociales, amistades; realizar actividades y participar en la comunidad; ser independiente, gozar de buena salud física, mental y emocional, tener una actitud positiva ante la vida; contar con servicios sociales y buenos ingresos económicos determinan de forma positiva su calidad de vida.

De esta manera, es importante valorar los aspectos objetivos, subjetivos y sociales que constituyen nuestra calidad de vida, para así identificar si existen elementos que se encuentren debilitados y generar estrategias para fortalecerlos.

Garantizar una favorable calidad de vida en la vejez se ubica como una responsabilidad gubernamental, social, comunitaria e individual, por lo cual, se requiere de acciones donde todos los actores que conforman la sociedad participen plenamente.

Acciones para garantizar calidad de vida en la vejez.

A nivel gubernamental es necesario:

  • Garantizar el pleno ejercicio de los derechos humanos a lo largo de todo el curso de vida.
  • Eliminar las inequidades, desigualdades y brechas sociales que pudiesen representar una desventaja, limitar las oportunidades de desarrollo u obstaculizar el acceso a cualquier aspecto que conforma la calidad de vida.
  • Impulsar políticas públicas que respondan a las necesidades reales de las personas adultas mayores. La participación de este colectivo es imprescindible para su elaboración e implementación.
  • Implementar servicios institucionales que brinden atención integral a este colectivo, con perspectiva de derechos, género y curso de vida.
  • Garantizar las condiciones necesarias para que las personas adultas mayores puedan ejercer el autocuidado, ya que, es una pieza fundamental para el desarrollo de un envejecimiento saludable y de una adecuada calidad de vida.

 

A nivel individual es esencial:

  • Mantener un envejecimiento activo que estimule la funcionalidad y que permita el ejercicio pleno de la independencia y autonomía.
  • Fomentar  las relaciones sociales a lo largo de nuestro curso de vida. Este aspecto es muy importante para el fortalecimiento de la salud mental y emocional de las personas adultas mayores. Impacta de forma positiva en su estado anímico.
  • Transformar el paradigma que se tiene sobre el envejecimiento. Resignificar, cambiar prácticas que transformen de manera positiva la concepción que se tiene sobre la propia vejez.

Bibliografía.