Es por ello que surge la odontogeriatría como una rama de la odontología que, en unión con la gerontología y la geriatría, le brindan a la persona mayor, sana o enferma, un diagnóstico y de acuerdo con éste, un tratamiento integral desde el punto de vista biológico, social y psicológico, atendiendo la problemática de la cavidad bucal y la relación con su entorno.

Un problema bucal se puede definir como toda aquella alteración de cualquier órgano o tejido, blando o duro, dentro de la cavidad bucal (labios, carrillos, piso de boca, lengua, encía, paladar, istmo de las fauces y dientes) o en su periferia (zona perilabial, músculos de la masticación, hueso hioides, articulación temporomandibular, cara y cuello) que limite la actividad, mermando la nutrición, comunicación, expresión, molestias o dolor que deterioren la calidad de vida.

Se ha confirmado que existe una relación estrecha entre la salud bucal y la salud general, en donde las dificultades para masticar y deglutir conllevan con frecuencia a la hospitalización. La salud bucodental es un indicador clave de la salud, el bienestar y la calidad de vida en general.

Las enfermedades bucodentales más comunes son la caries dental, la periodontitis (enfermedad gingival) y el edentulismo (pérdida de dientes).

La caries dental se produce cuando la placa bacteriana que se forma en la superficie del diente convierte los azúcares libres contenidos en alimentos y bebidas, en ácidos, que con el tiempo disuelven el esmalte dental y la dentina. La ingesta abundante y continua de azúcares libres, la exposición insuficiente al flúor y la falta de remoción periódica de la placa bacteriana provocan la ruptura de las estructuras dentarias, lo que propicia el desarrollo de caries y dolor, menoscaba la calidad de vida en lo que respecta a la salud bucal y, en una etapa avanzada, ocasiona pérdida de dientes e infección sistémica.

La periodontopatía afecta los tejidos que rodean y sostienen al diente. Esto a menudo se presenta como sangrado o encías hinchadas (gingivitis), dolor y a veces, halitosis. En su forma más grave, la pérdida de unión de las encías al diente y al hueso de soporte genera “bolsas” y aflojamiento de los dientes (periodontitis). Las principales causas de periodontopatía son la mala higiene bucal y el consumo de tabaco.

Los dos problemas anteriores son las principales causas del edentulismo, éste se caracteriza por la ausencia de piezas dentales. Existen dos tipos: el edentulismo parcial cuando faltan múltiples dientes y el edentulismo total cuando se presenta ausencia completa de estos. Ambos son trastornos muy extendidos y afectan especialmente a las personas mayores.

Estas enfermedades se pueden reducir mediante una dieta equilibrada, baja en azúcares y con una ingesta suficiente de frutas y verduras, que pueden desempeñar una función protectora en la prevención del cáncer bucal. Asimismo, con la reducción del consumo de tabaco y alcohol, con el fin de minimizar el riesgo de cánceres bucales, periodontopatías y pérdida de dientes; y en caso de realizar actividad física de alto impacto, el uso de equipo de protección con el fin de reducir el riesgo de traumatismos faciales.

La caries dental se puede prevenir en gran medida mediante el mantenimiento de un nivel bajo y constante de flúor en la cavidad bucal, mismo que se puede obtener de manera óptima mediante diversas fuentes como el agua potable, la sal, la leche y el dentífrico fluorado.

Sin embargo, es recomendable, acudir de manera rutinaria a consulta médica con su odontólogo, donde se debe revisar la cavidad bucal y hacer un diagnóstico para un abordaje temprano en el que se puedan tomar medidas preventivas para evitar enfermedades bucodentales, o bien, tratar y dar seguimiento a las ya existentes.

----Invitamos a las y los profesionales o a población en general interesada en este tema que deseen hacer investigación sobre el mismo, se acerquen al área de Geriatría mediante la dirección electrónica: a.cortes@inapam.gob.mx 

 

Fuentes y sitios de interés para mayor información: