“En México existe la tendencia de considerar que demencia es igual a vejez, y esto no es así. La demencia es un término general para un deterioro grave de la capacidad cognitiva, como la pérdida de la memoria. El Alzheimer es la más común. El equipo médico junto con un neuropsicólogo diagnostican la demencia. Se requiere de una entrevista clínica minuciosa con la persona que está viviendo cambios y su familia, así como exámenes médicos de resonancia magnética, pruebas de laboratorio y una batería de pruebas neuropsicológicas para conocer  las áreas cognitivas donde hay deterioro y así elaborar un plan de cuidado que fortalezca las áreas donde hay debilidades.” afirmó la doctora Azucena Guzmán, psicóloga clínica, catedrática e investigadora de la Universidad de Edimburgo, en Escocia Reino Unido en el Seminario-taller Psicología Clínica y Diagnóstico, Evaluación y Tratamiento Psicológico de las Demencias que se llevó a cabo en el Centro Cultural San Francisco, patrocinado por el financiamiento KickStart otorgado por la mencionada institución académica británica.

-La demencia es una condición que tiene una serie de síntomas y que requiere un diagnóstico y una investigación. La demencia no es un problema de la mente, es un problema del cerebro. El modelo bio-psico social toma en cuenta la parte del cerebro que ha sido afectada y de acuerdo con eso el especialista identifica el tipo de demencia que tiene la persona.

La doctora Azucena Guzmán fue la investigadora principal en el proyecto PROCUIDA-Demencia, (Programa para el Cuidado Óptimo en Demencia) con la colaboradora principal en México, la maestra Sara Torres; y un equipo de especialistas, doctor Adrián Martínez, psiquiatra y doctora Mariana López, economista de la salud, con el apoyo del director del Instituto Nacional de Geriatría en México, el doctor Luis Miguel Gutiérrez Robledo. Este fue el primer estudio piloto en México para investigar intervenciones no farmacológicas en la demencia, así como la optimización y reducción de antipsicóticos para tratar la conducta en casas hogar de la CDMX, financiado por la British Academy.

La doctora Guzmán enfatizó la parte humana que debe existir por parte de los psicólogos y especialistas de la salud al dar un diagnóstico o una interpretación al paciente, ya que no es lo mismo decirle al paciente: “Usted tiene una pésima memoria” que “tiene mucha fortaleza en su memoria, pero le cuesta trabajo memorizar palabras que no tienen contexto”; hay pacientes que se agravan al hacer comentarios inapropiados.

El objetivo del taller fue mostrar la evidencia científica acerca del rol que tiene el psicólogo clínico en el diagnóstico, evaluación y tratamiento de las demencias.

¿Es lo mismo demencia que deterioro cognitivo? preguntó uno de los participantes.

-El deterioro cognitivo es la disminución de las funciones y la demencia es un déficit en las funciones. Se habló brevemente de factores de riesgo para la demencia como la edad, la genética que no se pueden cambiar. Sin embargo, la investigación sigue explorando el impacto de factores de riesgo, así como aspectos que previenen la demencia, como son el ejercicio físico, la dieta y la estimulación cognitiva. Por ejemplo, aprender un idioma.

Asimismo, mencionó algunas psicoterapias ampliamente investigadas en países como Estados Unidos de América, Canadá y Reino Unido, que han sido útiles para apoyar a las personas con demencia en las primeras etapas, así como a su familiar o cuidador primario:

-La terapia de Aceptación y Compromiso conocida como ACT desarrollada por el Psicólogo Steven Hayes (pronunciada como la palabra “act” y no como una sigla), la cual utiliza metáforas, paradojas y habilidades de mindfulness (atención o conciencia plena). Esta intervención está orientada a la aceptación psicológica y a los valores personales que se han desarrollado a lo largo de la vida, estos se analizan con un marco teórico.

Y la terapia Cognitivo Conductual, efectiva para disminuir la ansiedad de vivir con demencia tanto en el paciente como en el familiar.

La doctora Guzmán agregó, que para etapas moderadas y avanzadas, existen intervenciones o terapias psicosociales basadas en evidencia científica, las cuales fueron parte del estudio PROCUIDA-Demencia, tales como ‘Person-centred care/ Enfoque centrado en la persona’, ‘Terapia del muñeco/Doll Therapy para disminuir la ansiedad’ y Terapia de Reminiscencia para fomentar la comunicación y las relaciones sociales positivas.

La doctora Azucena de la Universidad de Edimburgo en colaboración con el INAPAM impartió este taller para el personal del Departamento de Enseñanza e Investigación de la Subdirección de Atención Geriátrica y para psicólogos de otras instituciones.