–Lo que ya se perdió en el paciente con deterioro cognitivo, ya se perdió. Pero hay que cuidar y conservar lo que aún queda, con el propósito de que estas personas tengan una vida digna y sean vistos como personas, señaló la doctora Luz Esther Rangel López, coordinadora de la Clínica de la Memoria, del Inapam.

En el marco de la jornada para conmemorar el Día Internacional del Alzheimer, con el lema, Cuidando al Cuidador, en la que participaron 10 especialistas sobre diversas disciplinas relacionadas con los temas de vejez y envejecimiento, la doctora Rangel expuso que los cuidadores también son muy importantes, pues los pacientes dependen de ellos, y por eso, es muy importante “cuidar a nuestros cuidadores”.

El evento, organizado por el Inapam, se realizó como parte de la conmemoración de la efeméride, el día 21 de septiembre de cada año, con el propósito de llamar la atención sobre el padecimiento y su atención.

–¿Quién cuida al que cuida? Llega un momento en el que se colapsa. Según estudios realizados por la Asociación Mexicana de Cuidados Gerontológicos, muchos de los cuidadores son familiares, son mujeres y son jubiladas. Esto indica que aún faltan muchos cuidadores, señaló Daniel de Jesús Uribe González, representante de la ese organismo.

–Llegamos tarde a la investigación del tema y todas sus implicaciones. Empezamos a entender los problemas de deterioro cognitivo cuando ya tenemos el problema y debimos empezar antes para prevenir y atender con mejor calidad. Por lo tanto, es urgente agilizar la investigación de la enfermedad, y preparar a más expertos en el tema y a cuidadores profesionales, que tengan la capacidad de atender a estas personas con calidad y calidez –alertó.

Por su parte, la enfermera geriatra y gericultista, Myriam García González, del Departamento de Enseñanza, Investigación e Información del Inapam, enfatizó que el cuidado debe centrarse en la persona con la enfermedad, no en la enfermedad.

–Es decir, debemos enfocarnos en la persona, en sus características, no en la enfermedad. Eso es algo que le sucede a la persona, pero no la define. Cuidar es hacer algo por alguien, es involucrarnos activamente en el bienestar de alguien, y proceso recíproco; es también una forma de amor.

–Además, debemos tener en cuenta los valores de la persona a la que cuidamos y los propios también, esforzarnos para lograr el su máximo bienestar, cultivando la fe y la esperanza, pues los pacientes son personas que sienten, con emociones, y también tienen derecho de sentirse tristes o enojados.

Urgió a revalorar la figura del cuidador, para que su labor no lo consuma, pues su importancia es tanta como la del paciente al que cuida; ambos son importantes y, por tanto, deben tener la ayuda, comprensión y voluntad por parte de la familia y de la sociedad, coincidieron durante su exposición Ángel García Leppe y Corina Espinosa Hernández, integrantes de la Clínica de la Memoria, y del Departamento de Enseñanza, Investigación e Información, del Inapam, respectivamente.

Señalaron que en la medida en que crezca el número de personas con demencias, especialmente con Alzheimer, serán más necesarios los cuidadores especializados, para atender a ese sector de la población, para procurar mejor calidad de vida para unos y otros.

“Con el tiempo y la madurez descubrirás que tienes una mano para ayudarte a ti y otra para ayudar a los demás”, concluyó Corina Hernández.

Para la psicóloga Griselda Pardavell González, integrante del Departamento de Enseñanza, Investigación e Información del Inapam, “ser cuidador es convivir con la devastación”.

–Digo esto porque los cambios que se producen en el enfermo son tales, que a veces se piensa que es diferente a quien fue, pero no es así, se trata de la misma persona. No sólo se es cuidador, también es necesario ser acompañante y entender que la persona que está ahí es humano y, por tanto tienen emociones y sentimientos. Si no se puede curar, por lo menos hay que aliviar y consolar –señaló.

En su oportunidad, Tirso Zúñiga Santamaría, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, Dr. Manuel Velasco Suárez, expuso que la farmacogenética no es la única solución para tratar problemas de deterioro cognitivo. La enfermedad es multifactorial y por tanto, la respuesta puede ser diferente en cada paciente.

Con el tema Estudio Farmacogenético de la Enfermedad de Alzheimer, agregó que por eso se ha intensificado el estudio de fármacos, en el entorno de cada paciente.

–Tenemos, por una parte, una metodología muy definida que permite evaluar la respuesta farmacológica en el paciente y por la otra, tomamos en cuenta las condiciones familiares, de salud, psicológicas y de desarrollo personal de cada paciente. Es lo más reciente que tenemos y parece estar funcionando bien –señaló.

La clausura del evento estuvo a cargo del Dr. Sergio Salvador Valdés y Rojas, director de Atención Geriátrica, del Inapam, en representación de su titular, Aracely Escalante Jasso.