Durante un curso denominado, Duelo y Sufrimiento, que impartió en instalaciones del Inapam, como parte del programa de Enseñanza de la Institución, la experta, precisó.

–Cuando sufrimos una pérdida ya no somos los mismos. Las pérdidas son experiencias muy personales; cada individuo tiene diferente grado de resiliencia, que consiste en la capacidad para superar situaciones difíciles o traumáticas, para enfrentarlas.

–Actualmente, la vejez se considera una enfermedad. Pero esto no es así. La vejez es una etapa de la vida. Durante esta etapa, los adultos mayores pueden experimentar algunas pérdidas.

–Algunas de ellas son, capacidad productiva, sobre todo en la jubilación; viudez o divorcio, fallecimiento de hijos, amigos y otros seres queridos; pasar de la independencia a la dependencia, principalmente por motivos económicos; pérdida de la movilidad y de la imagen corporal.

–Además, deterioro de la memoria, disminución de las capacidades personales, disminución por el interés intelectual, pérdida del cambio de rol, sea éste familiar o comunitario; pérdida de la autoestima, de la capacidad de adaptación y del sentido de la vida, que desemboca en soledad y depresión, y estrés.

Características de las pérdidas

–Las pérdidas son constantes, son necesarias para crecer, requieren un proceso, forman parte de una condición humana; la forma de reaccionar es personal, ni el dolor ni las circunstancias se pueden modificar –puntualizó la experta.

Un duelo mal llevado, puede llevar a las personas a una depresión leve, moderada o grave, como consecuencia de las pérdidas que se sufren a lo largo de la vida –señaló.

La depresión se caracteriza por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad. La depresión provoca la incapacidad total y parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana. Los síntomas durante la depresión son: tristeza, decaimiento, irritabilidad, trastornos del humor, ansiedad, desesperanza, pérdida de energía.

El Duelo

El duelo es el proceso de elaboración y de adaptación emocional a vivir sin aquello que se ha perdido.

Algunas de las características del duelo son. Comprende un proceso activo, cambios que generan ansiedad, inseguridad y temor, es decir, sentimiento de retroceso; personal, -nadie lo puede hacer por mí-, inevitable, conlleva a un sufrimiento -me confronta–, es portador de crecimiento -me transforma–.

Patricia Solís González, especialista del Instituto Mexicano de Tanatología.

Participantes del curso duelo y sufrimiento impartido en INAPAM

Curso de Duelo y sufrimiento como parte del programa de Enseñanza del INAPAM