A diferencia de otras patologías degenerativas, demanda cuidados en etapas muy tempranas de la enfermedad.

Existen diversas enfermedades que pueden causar demencia, entre estas destacan la demencia tipo Alzheimer, la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy (enfermedad o síndrome degenerativo y progresivo del cerebro), entre otras. 

Es por ello que, en el marco del Día Mundial del Alzheimer, que se conmemora el 21 de septiembre, es importante sensibilizar a la población acerca de esta enfermedad, ya que representa entre el 60 y el 70% del total de los casos por demencia. La Organización Mundial de la Salud estima que existen más de 30 millones de pacientes en el mundo con esta enfermedad, y el crecimiento de la misma se duplica cada 5 años.

El Alzheimer es una enfermedad neurológica progresiva e irreversible que afecta al cerebro, es la principal causa de demencia, caracterizada por la pérdida de la memoria, cambios de conducta y deterioro de las actividades básicas de la vida diaria de quien la padece, suele presentarse con mayor frecuencia después de la sexta y séptima década de la vida.

Esta demencia suele presentarse en tres etapas. La primera se desarrolla aproximadamente durante tres años, en ella se observa un paulatino deterioro en la memoria episódica, la persona olvida eventos recientes, no importa que hayan pasado 10, 15 o 20 minutos de un hecho determinado.

En la segunda etapa, todos los aspectos de la memoria empiezan progresivamente a fallar. Comienzan a surgir problemas de lenguaje (afasia), de funciones aprendidas (apraxia) y de reconocimiento (agnosia).

Finalmente, en la tercera etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan, acentuándose la rigidez muscular, así como la resistencia al cambio postural. Pueden aparecer temblores y crisis epilépticas.

Es importante señalar que no necesariamente las personas pueden llegar a tener los síntomas en este orden de etapas.

Es frecuente que existan trastornos conductuales. La depresión es habitual, especialmente en la primera o segunda etapa. Los trastornos del sueño provocan que éste sea superficial y breve. Las ideas delirantes no son excepcionales y son más evidentes en la primera y segunda etapa. También se exhiben estados confusionales; acatisia (incapacidad para permanecer tranquilos en un lugar), y ansiedad, que puede presentarse como primaria u orgánica; otras veces depende de la interacción con un medio que se percibe como amenazante y crítico. Todos estos trastornos pueden causar estados de agitación y a veces agresividad.

Pero, ¿cuáles son los principales síntomas? Entre ellos encontramos la pérdida progresiva de la memoria, dificultad para articular el lenguaje, dificultad para realizar cálculos matemáticos básicos, desorientación en tiempo y espacio, pérdida frecuente de objetos personales, estados de ánimo fluctuantes y cambios de comportamiento.

Actualmente no existe forma de prevenir el Alzheimer, sin embargo, se ha identificado que actividades como gimnasia cerebral, una alimentación rica en omega 3, actividad física y hábitos de lectura pueden contribuir a retardar su desarrollo.

En caso de que detecten estos síntomas es importante acudir con un médico. En la Clínica de la memoria del INAPAM, se realiza un diagnóstico y se da seguimiento a pacientes con deterioro cognitivo, también ayuda a que los familiares comprendan el proceso demencial y a lograr una mejor comunicación entre el paciente y la familia; estimula las habilidades residuales del paciente y mejora su autoestima.

Este servicio está disponible en Héroes del 47, núm 79. Col. San Diego Churubusco. C.P. 04200, Ciudad de México. Teléfono 5688 0615.

 

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Invitamos a las y los profesionales y a la población en general interesada en este tema que deseen hacer investigación sobre el mismo, se acerquen al Área de Geriatría mediante la dirección electrónica: blog.inapam@inapam.gob.mx 

 

Referencias