La antigua Nueva Galicia estaba gobernada en ese tiempo por la Junta Provincial de Guadalajara, formada por miembros prominentes de la sociedad, como sacerdotes, militares y civiles instruidos o acaudalados, entre los cuales destacó la figura del doctor José de Jesús Huerta Leal, cura del pueblo de Atotonilco el Alto, a quien se le encomendó redactar el documento de creación del estado de Jalisco. 

Una vez que Jalisco logró su autonomía, y reconocida ésta por el Congreso Nacional, los miembros de la Diputación Provincial promovieron el federalismo por medio de sus representantes en la ciudad de México, entre quienes destacó el futuro primer gobernador constitucional de Jalisco, el diputado Prisciliano Sánchez Padilla.

En esa época, el territorio que comprendía el recién proclamado Estado Libre de Jalisco, se formaba de 28 partidos de la intendencia: Guadalajara, Acaponeta, Ahuacatlán, Autlán, La Barca, Colima, Cuquío, Compostela, Colotlán y el Nayarit y el Corregimiento de Bolaños, Etzatlán, Hostotipaquillo, Lagos, Mascota, Real de San Sebastián, San Blas, Santa María del Oro, Sayula, Sentispac, Tomatlán, Tula, Tepactitlán, Tepic, Tlajomulco, Tequila, Tonalá, Tuscacuesco, Zapotlán el Grande y Zapopan. Cabe hacer notar que aún no estaba constituida la República de la cual ya se declaraba parte, y se prescribió que el Poder Ejecutivo residiría en Luis Quintanar y que se denominaría en lo sucesivo “Gobernador del Estado de Xalisco”.

Actualmente, el estado de Jalisco representa 4.01% del territorio nacional y se conforma por 125 municipios, de los cuales 100 participaron el Programa Agenda para el Desarrollo Municipal, en el año 2016. 

De acuerdo con el INEGI, cuenta con una población de 7,844,830 habitantes, siendo ésta el 87% urbana y 13% rural.