A ese lugar se le nombró la Villa Rica de la Vera Cruz: Villa como las de España, Rica por las manifestaciones de riqueza que Moctezuma hizo en el puerto a los recién llegados; Vera de verdadera y Cruz porque el día de su llegada se festejaba el viernes santo y se rendía tributo a la cruz donde falleció Cristo.

La Villa Rica de la Vera Cruz nació accidentalmente del conflicto de dos facciones rivales: Francisco de Montejo -enviado por Cortés a explorar por mar- había encontrado un sitio llamado Quiahuiztla, en tierra de los totonacos y habiendo llegado el ejército a ese punto, se dividieron las opiniones: unos sólo se conformaban con el botín, otros no querían arriesgar sus vidas, y los leales a Velázquez, no querían romper el vínculo con Cuba. Ante el descontento, Cortés ordenó mañosamente el embarque para el día siguiente y anunció que todos volverían a Cuba. Pero por la noche, sus seguidores se pusieron de acuerdo, persuadieron a otros y por la mañana en el campamento militar fundaron la ciudad, eligieron como alcaldes ordinarios a Alonso Hernández de Portocarrero (amigo de Cortés) y  Francisco de Montejo (leal a Velázquez), de igual forma nombraron regidores, alguaciles, procurador,  tesorero, contador, todos ellos partidarios de Cortés. Así terminó la protesta y quedó instaurado un asentamiento que se convertiría en el primer ayuntamiento de México y América.

Este hecho histórico representó para Hernán Cortés la forma de desligarse del gobernador de Cuba, Diego de Velázquez; y el inicio de su exploración por un lugar hasta entonces totalmente desconocido por el mundo occidental y convertirse en poderoso conquistador  ya que contaba con autoridades legítimas establecidas,  de acuerdo a la legislación imperante en España. 

El 10 de julio de 1519 se consolidó la organización de un cuerpo político en el territorio de la Nueva España y se instaló el primer ayuntamiento de México y del continente americano. Sus  primeros alcaldes fueron Francisco de Montejo y Alonso Hernández de Portocarrero.