Sobre seguridad cibernética ya revisamos las bases que todos debemos seguir para mantener segura la información que manejamos en los medios electrónicos, desde nuestras redes personales hasta la información que precisamos en el trabajo. Las estadísticas mencionan que la mayoría de las personas mayores de 25 años ocupamos la web para conseguir información.
¿Qué es lo primero que tú haces cuando revisas tu teléfono? La mayoría seguramente dirá que revisar sus redes sociales, las cuales se han transformado en el referente para obtener noticias de primera mano. En el trabajo lo haces para intercambiar información vía correo electrónico y posteriormente, ya fuera de labores, ver uno o dos capítulos de tu serie favorita o algún video interesante.
Ahora que ya sabes cuidar la información que manejas seguro te sientes un poco más tranquilo respecto a la protección de tus datos, pero te has preguntado alguna vez ¿qué ven tus hijos en internet? ¿Qué información encuentran? ¿Quién los contacta?
Si tus hijos son muy pequeños lo más probable es que solo puedan observar los contenidos que tú decides compartir con ellos, pero ¿qué pasa cuando no estás con ellos? O cuando tus hijos ya tienen una independencia respecto a los contenidos que consumen en internet, ¿cómo puedes supervisarlo y saber que todo está bajo control?
Podrás tener tranquilidad pensando en los filtros parentales que pusiste a sus dispositivos para evitar el acceso a sitios no aptos para menores de 18 años, pero actualmente esto, aunque es un buen primer paso, no llega a ser suficiente para poder impedir que tus hijos tengan acceso a material no apto para su edad, además de poner en riesgo su integridad emocional.
En el mundo cibernético es muy difícil tener la seguridad de con quien estamos hablando a menos que sean personas que conocemos en la vida real, pero el 80% de las personas tiene entre sus contactos alguna persona que no conoce, esa persona podría hacerse pasar por un niño y ganarse la confianza de tus hijos cuando tal vez su único objetivo es provocar un daño.
En algunos casos puede ser que se trate de alguien que busca satisfacer sus filias personales con alguna foto impropia de algún menor, pero puede ser un pederasta, un secuestrador o un tratante de personas y ahí la situación es aún más peligrosa.
Seguro estás pensando: ¡No! mis hijos fueron educados para no confiar en ese tipo de personas, pero los menores realmente no saben a lo que se enfrentan y siempre terminan llenando su tiempo libre con alguna actividad, ahora más con la amplitud de plataformas y redes sociales.
El problema realmente surge cuando este tiempo libre se llena con actividades o relaciones negativas, como pueden ser los grupos de Facebook, en los cuales aunque parezca que son orientados para niños o jóvenes, realmente son liderados por personas que adoptan las costumbres de los jóvenes e incluso su vocabulario y buscan influenciarlos para realizar ciertas actividades que pueden ser ofensivas pero que los niños y sus amigos asumen como retos.
Si ves “Ice Bucket Challenge” en YouTube seguro te reirás con los videos de accidentes o tropiezos chuscos al momento de cumplir el reto que más allá del desperdicio de agua no conllevaba daño alguno, pero estos retos comenzaron a alcanzar mayores niveles de riesgo como “El reto de la sal y el cubo de hielo” que puede provocar quemaduras de tercer grado en la piel.
Llegando al más riesgoso de todos “La ballena azul” juego donde los niños pasaban diferentes retos que subían de dificultad hasta llegar a la última prueba la cual consistía en cometer suicidio; la gran mayoría de estos retos tienen como objetivo pertenecer a diferentes grupos u organizaciones como los “Seguidores de la grasa” cuyo objetivo es, dependiendo de la corriente o subgénero al que se pertenezca, conseguir el “zelda” más “rikolino” de una “elfa” o varias, para que los “linces” puedan disfrutar del mismo.
¿No entendiste nada? Probablemente tus hijos sí; se han creado un código que permite comunicarse, enfrente de los padres, sin que puedan detectar que es algo malo lo que están haciendo. En estos grupos el intercambio de información puede ser muy variado pero en los géneros más complejos y profundos se busca o el acceso a material gore, snuff o incluso de pornografía infantil.
Muchas veces les piden como parte de retos poder ir a un lugar específico donde los secuestradores y tratantes aprovechan para poder realizar sus actos ilícitos, o enviar el famoso “pack” que son un grupo de fotografías donde la chica o el chico en cuestión enseñan sus cuerpos.
Todo lo anterior puede prevenirse de diferentes formas. Lo principal es sobre todo tener conocimiento de lo que tus hijos hacen o no en internet, saber qué redes sociales utilizan, a qué grupos pertenecen, conocer su lenguaje y que el niño desde pequeño este acostumbrado a que tú como padre debes tener el conocimiento de todo cuanto haga en redes.
Existen diferentes herramientas y aplicaciones que te permiten realizar esta labor a distancia, como aplicaciones para saber dónde está tu hijo, que incluyen un botón de pánico en caso de necesitar ayuda como “Family Locator”, o “No más extorsiones” las cuales sirven para erradicar cierto tipo de amenazas.
En cuanto a la información que ellos proveen o reciben en sus redes sociales sin duda la mejor opción es “Hootsuite” aunque diseñada para empresas sirve muy bien para esta tarea al monitorear en tiempo real el intercambio de información en las redes sociales vinculadas a la cuenta.
Lo mejor que puedes hacer es informarte y utilizar las herramientas que creas convenientes, si no tienes ni idea de dónde buscar te dejamos aquí diversos links para que conozcas las herramientas a tu alcance y un breve glosario del vocabulario que se utiliza para que puedas entender lo que tus hijos hacen en redes.
Vocabulario: http://htl.li/lLBs30kdDp4
Hootsuite: http://htl.li/aoen30kdDsh
Family Locator: http://htl.li/v5rY30kdDtk