Los problemas medioambientales son un foco rojo a nivel mundial. Esto nos debería llevar a la reflexión, que de no implementar cambios fuertes en nuestra manera de vivir, pero sobre todo de producir y consumir, el daño será irreversible.

Por ello, el proceso de reciclaje, es uno de los cambios más importantes que se han iniciado a nivel mundial. Éste, empieza separando los residuos orgánicos y biodegradables, de los inorgánicos reciclables y los no reciclables, para que a partir de diversos procesos lo potencialmente transformable pueda tener un nuevo uso; composta en el caso de los residuos orgánicos o nuevos productos en el caso de los inorgánicos reciclables.

También, dentro de este esquema, el reutilizar las cosas sin que hayan pasado por un proceso de transformación, es una opción viable y aún más amigable con el medio ambiente.

Para darnos una idea, México genera aproximadamente 102,895 toneladas de residuos al día, o sea 1.2 kilogramos por persona en promedio; lo que también se traduce en un aproximado de más de 40 millones de toneladas al año. Según datos del INEGI, solo el 84% de estos residuos son recolectados y de esto, únicamente entre el 9 y 10 por ciento es reciclado, una cifra baja si se compara con países como Alemania o Corea que alcanzan hasta el 47 y 58 por cierto respectivamente. Sin embargo, es aún más relevante saber que en realidad hasta cerca del 85% de los residuos son susceptibles de ser reciclados o reutilizados.

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Según datos de la OCDE, tan solo el 15% del plástico fabricado mundialmente, es recolectado para reciclaje. Así que, a partir de esto, podemos empezar a darnos una idea del gran problema y al mismo tiempo, la gran oportunidad que tenemos en México de revertir el impacto ambiental e incluso de hacerlo, trayendo beneficios a nuestro favor.

Un artículo de Expansión menciona que las cooperativas sociales de residuos, son el futuro para el reciclaje en México. Hace unos años, el entonces director de campañas de Greenpeace México, dijo que México tiene en los residuos sólidos un nicho de oportunidades mayor al del promedio internacional. Héctor Castillo, sociólogo, doctor, investigador de la UNAM y especialista en problemas urbanos relacionados con desechos sólidos ha señalado que, “la solución no está en poner la basura en el destierro, fuera de nuestra vista y lejos de las ciudades, sino cerca y dentro de la población, donde es reciclada y genera beneficios.” Hacer un estimado de los miles de empleos y los millones de pesos que se podrían generar a partir del impulso de las cooperativas de reciclaje es difícil de sacar, pero tomando en cuenta que según estimaciones de la OIT en 2011, en el que se generaron 1,815 millones de empleos directamente relacionados al sector ambiental, podemos imaginar que el resultado con un impulso y manejo adecuado, sería muy importante para nuestro país que actualmente cuenta con cerca de 110 mil personas que trabajan en el sector del manejo de residuos sin embargo de éstos más del 77% son trabajadores informales y no están agrupados bajo esquemas de Economía Social.

Mientras tanto en Argentina, por ejemplo, reconocieron como actores relevantes del circuito de reciclado a los recolectores urbanos en su Ley Nacional. A partir de ese momento, generaron muchas iniciativas que buscan fortalecer a estas organizaciones denominadas cooperativas de recicladores, y con ellas, muchos empleos. En 2018, la Federación de Cartoneros y Recicladores de Argentina, registró 70 cooperativas en todo el país y al menos 4,500 recuperadores que trabajan en ellas. A estos números, podríamos sumarle otros 3,500 recolectores que trabajan informalmente.

Por esta misma ley, las empresas están obligadas a darle un tratamiento especial a sus residuos. Para llevar a cabo esta tarea, contratan los servicios de las cooperativas recicladoras. Ellos separan, trasladan y reciben todos los residuos no peligrosos y valorizables, los procesan, los convierten en materia prima y luego la venden.

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En Brasil, se realizó un estudio cualitativo y cuantitativo por diversos expertos que demostró que “...las cooperativas tienen un papel importante en el canal reverso de los residuos sólidos urbanos y en la consecuente mitigación del impacto ambiental provocado por los residuos. Dentro de su participación en este sector, se destacan cosas como: el aumento de la vida útil de los rellenos sanitarios; la disminución de la disposición incorrecta de esos residuos; la reducción del gasto de energía y la disminución de la extracción de materia prima virgen, además de la mejoría de las condiciones de trabajo de los empleados en las cooperativas.” Si bien, Brasil tiene muchos problemas con el plástico y su reciclaje, hoy en día es uno de los países que encabezan el ranking mundial de reciclaje de latas de aluminio. Según Packaging, en 2014 alcanzó un 96.5% en su tasa de reciclaje de este material, logrando recuperar 14 mil millones de latas en un año. Como lo indica Henio di Nicola, coordinador de reciclaje de la Asociación Brasileña de Aluminio, “hay muchos factores que han contribuido a este gran avance... creando programas sociales de educación ambiental dirigidos a la población y la sociedad misma, quien se dedicó a recoger los envases por todo el país”.

Los esquemas de Economía Social bajo los que se rigen estas cooperativas que se encargan del manejo de residuos, dan muestra de la capacidad transformadora del sector, que además de permitir resolver la necesidad de un buen manejo de residuos, es creador de empleos en condiciones más dignas a partir de la repartición equitativa de las ganancias.

Así se generan nuevas formas empresariales que, si bien dan solución a generar grupos organizados con mejores soluciones en cuanto a las condiciones del empleo y otras ventajas, no son la solución absoluta al problema de residuos desde su raíz.

México no debería ser la excepción a estos esquemas de organización para dar respuesta a problemas sociales, económicos y ambientales. La cantidad de generación de residuos es un potencial inexplorado que organizado desde la Economía Social puede dejar grandes mejoras para las condiciones de vida de las personas que trabajan en el sector terciario.

 

Referencias:

https://www.oecd.org/centrodemexico/medios/losgobiernosnecesitanactuarparafomentarlosmercadosderecicladodeplasticosdicelaocde.htm

http://cuentame.inegi.org.mx/territorio/ambiente/basura.aspx?tema=T

https://www.scielo.br/pdf/rae/v52n2/v52n2a10.pdf

https://www.aciamericas.coop/IMG/pdf/1.1_pablo_schamber_-_juan_pablo_tagliafico_-_faustina_sarandon.pdf

https://www.expoknews.com/creatividad-reciclada/

https://wradio.com.mx/programa/2019/05/11/en_fin/1557533762_096577.html

https://expansion.mx/planetacnn/2010/10/23/las-cooperativas-sociales-de-basura-un-futuro-para-el-reciclaje-en-mexico

https://www.infobae.com/tendencias/ecologia-y-medio-ambiente/2019/07/28/el-rol-de-las-cooperativas-de-reciclaje-una-pieza-clave-para-disminuir-la-basura/

https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_emp/---emp_ent/documents/project/wcms_250699.pdf

http://www.packaging.enfasis.com/notas/69224-brasil-encabeza-el-ranking-mundial-reciclaje-latas-aluminio

https://www.lanacion.com.py/politica/2020/07/19/itaipu-no-estan-muy-distantes-los-objetivos-de-los-dos-paises-aseguran/

https://www.foroambiental.net/los-recicladores-urbanos-papel-esencial-la-cadena-valor-la-industria-del-reciclaje/