De la misma forma, la solidaridad es otro de los pilares de la ESS, esto va de la mano con el de apoyo a las comunidades donde se desarrolla, de velar por los intereses en conjunto y siempre buscar mejorar las condiciones de las personas, poniendo por delante los intereses comunitarios por sobre el capital.

Por eso, en este momento la prioridad de las empresas de Economía Social es mantener a la gente sana y en casa para evitar un mayor número de contagios.

Desde esa perspectiva, ¿qué se puede hacer en estos momentos de crisis desde la Economía Social? La respuesta es: muchas cosas.  Sobre todo porque las iniciativas de Economía Social han demostrado históricamente y de manera reiterada dar soluciones innovadoras ante las adversidades y siempre buscando el bien común.

El éxito del modelo radica en que son las propias personas las que participan en la creación e implementación de soluciones ante las problemáticas.

En el caso concreto de qué hacer, enumeramos algunas cosas que pueden ayudar o realizar las iniciativas de Economía Social para la cuarentena:

Un ejemplo son las compras en conjunto.  Dentro de los ejercicios de la buena organización, si se colectiviza el consumo al por mayor se mejoran los precios y con ello se genera beneficio.  Aunado a ello, con las compras acumuladas se evita la movilización de un gran número personas en lo individual y se reduce el riesgo de propagación del contagio.

Esta misma organización colectiva permite, por ejemplo, generar roles para que cada miembro pueda colaborar en determinadas actividades desde casa, o turnarse y así evitar salir de manera reiterada.  Esto tiene que ver con la mejor gestión de los recursos humanos como comunidad.

Otro apoyo que las iniciativas de Economía Social tienen a la mano y que es central, es el uso de herramientas digitales como el e-commerce o la venta por internet. 

Existen plataformas de venta que en pocos pasos permiten poner a la venta productos sin la necesidad de salir de casa o de tener una página propia, tal es el caso de kichink o bazarama.  Las plataformas se encargan de la logística de envío y de entrega por lo que las empresas solo deben procurar la producción.

Sin embargo, la venta no solo se da por medio de plataformas específicas como las mencionadas; la producción colectiva de bienes y servicios es una opción que puede tener salida a través de muchas otras herramientas digitales, y es una muestra de la iniciativa que se puede generar desde los proyectos de Economía Social. 

De esa manera se puede trabajar colectivamente con gente de un mismo gremio y juntos hacer llegar bienes o servicios necesarios directamente a los hogares.  A través de grupos de Facebook, de WhatsApp y de otras redes sociales, muchas empresas ya se están organizando para enfrentar la situación.

Esto es lo que ya están haciendo cooperativas de Xochimilco, que ante la situación del coronavirus decidieron poner a la venta sus productos, como son hortalizas, vegetales, amaranto, entre muchas otras mercancías, por medio de WhatsApp.

En esta iniciativa, ellos mandan la lista de lo que quieren comercializar para que las personas interesadas los contacten directamente y esto se entrega directamente en el domicilio, evitando así el contacto masivo.

Para el caso de los servicios, estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro, crearon una plataforma en forma de directorio para conectar a personas en sus casas con negocios en línea.

En la plataforma existen muchas categorías, desde alimentos y medicinas hasta servicios como un mecánico, un electricista o un plomero.  La idea es mitigar los posibles efectos económicos negativos de permanecer en aislamiento o de no poder salir a trabajar.

Otra opción que se implementa desde la Economía Social, es el ahorro colectivo que nos han enseñado las entidades financieras de ahorro y préstamo de todo el país, la Banca Social. 

En este momento en el que algunos negocios tendrán pérdidas, el préstamo de la misma comunidad a los negocios de la localidad para evitar el cierre es un ejemplo claro de solidaridad que debería darse en todos los sentidos. De esta forma, entre varios miembros de una misma comunidad se podría generar un fondo para reactivar la economía desde lo micro.

Es un sistema comprobado que las cooperativas de ahorro y préstamo llevan implementando por años y que ha dado como resultado ser el sector cooperativo más fuerte en nuestro país.

Finalmente, se pueden mencionar muchas otras iniciativas solidarias de las que se pueden valer en estos tiempos, como las estrategias de aprendizaje y capacitación en línea, que sirven tanto a empresas del sector social como al público en general para cuestiones de formación. 

Tal es el caso de la gran cantidad de foros, cursos, iniciativas, plataformas, wikis y otras, todas gratuitas, que se han creado durante estos días de emergencia.

Estos recursos no tienen un fin lúdico solamente, se enfocan en la ayuda mutua a otras personas, en las alianzas más allá de lo presencial y que ponen de manifiesto que los ejercicios colectivos tienen un mejor resultado en lo social.

Fuentes:

Juan Manuel Martínez Louvier, director general del Instituto Nacional de la Economía Social (INAES)

https://medium.com/@natoure/xochimilcas-chinamperos-se-unen-a-qu%C3%A9dateencasa-f11b78317827

https://www.wazogate.com/economia-social-para-frenar-el-coronavirus/

https://www.economiasolidaria.org/reas-red-de-redes-de-economia-alternativa-y-solidaria/noticias/existe-vacuna-contra-la-pandemia-del

http://adninformativo.mx/crean-en-queretaro-plataforma-digital-para-apoyar-comercio-local-ante-covid-19/

https://www.ideal.es/granada/grandinos-inventan-tinder-20200327211832-nt.html?ref=http%3A%2F%2Fm.facebook.com%2F