En el año 1948, la Asamblea Mundial de la Salud proclamó el 7 de abril como Día Mundial de la Salud. Esta fecha fue escogida en conmemoración a la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con la necesidad de crear conciencia sobre las enfermedades mortales mundiales y crear hábitos sanos en las personas.
El derecho a la salud apunta no sólo a la preservación de la vida sino también a la calidad de la misma. Es decir, a que todos puedan disfrutar de un servicio médico ya sea de prevención, atención o rehabilitación que les permita tener una vida saludable. Las empresas de economía social cumplen un rol destacado en la prevención y atención de las enfermedades en varias partes del mundo.
Estas entidades mantienen los principios de la economía social y solidaria ya que entienden la salud como un derecho básico universal y no como una mercancía, por eso se preocupan por la prevención, promoción y por llegar a los lugares donde hay poca intervención del Estado y no existe el interés del sector privado, que sólo busca la rentabilidad.
Las cooperativas de servicios médicos, pueden, conforme a la ley, ser de producción o de consumo, según sean formadas por los profesionales de la salud, como médicos, enfermeras y todo tipo de especialistas o por los que se organizan para darse a sí mismos los servicios de la salud, para ellos y sus familiares.
Este tipo de cooperativas han tenido éxito en países como Bélgica, Brasil, Canadá, Japón, Italia y España. Posicionándose dentro de los servicios de salud más reconocidos de su país y complementando a los esfuerzos tanto del gobierno y de las empresas privadas.
Por eso en este día mundial de la salud te presentamos modelos exitosos de esquemas de economía social de salud que se han desarrollado y posicionado alrededor del mundo dando prioridad a las personas y su bienestar. Con esquemas de propiedad colectiva, donde las personas son dueñas de sus propios medios de prevención y atención de la salud.
MUTUALES EN BÉLGICA
En Europa existen diferentes proyectos de economía social que llegan a ser considerados la cuna del modelo cooperativo de salud. En este grupo se encuentra el sistema de salud de Bélgica.
El sistema de seguridad social belga está estrechamente relacionado al seguro médico. Por lo tanto, suscribirte a un seguro médico es obligatorio en el país. En general, las contribuciones son realizadas por los empleadores y los empleados a través del fondo de seguridad social.
Lo primero que hay que hacer es elegir una mutua o mutual, la cual reintegrará una parte o la totalidad de los gastos médicos generados, las mutualidades se mantienen mediante el pago de una prima por parte del asegurado que lo convierte en socio. Permitiendo que estos puedan elegir el servicio que mejor se adecúe a sus necesidades sin importar el lugar de residencia o ubicación del consultorio.
Las características de estas mutuales es que son agrupaciones de personas basadas en la solidaridad, sin ánimo de lucro que reinvierten los resultados financieros en las actividades de las mismas mutuales o se utilizan para actividades de apoyo social en interés de las personas necesitadas.
El principal objetivo de una mutual es satisfacer las necesidades comunes de sus miembros y no esperar ganancias o un retorno del capital. Los beneficios pueden ser en forma de descuentos o reembolso sobre las primas en caso de las mutuales de seguros, inversiones para mejorar los servicios de los miembros o el desarrollo de la empresa, o el incremento de sus fondos propios. También pueden ser utilizados para el beneficio de la sociedad/comunidad en general.
Otro de los modelos de economía social exitosos enfocados en la salud se encuentra en España que desde los años 50 busca el bienestar de la población española mediante distintas cooperativas de salud.
FUNDACIÓN ESPRIU
Desde 1959, el doctor Josep Espriu impulsó el modelo del cooperativismo sanitario integral. De su iniciativa surgieron tres cooperativas fuertemente consolidadas en el sistema de salud español, agrupadas hoy en una fundación que lleva su nombre. Las entidades que la conforman son: Asistencia Sanitaria Colegial (aseguradora médica); Sociedad Cooperativa de Instalaciones Asistenciales y Sanitarias (entidad de consumo) y Lavinia Sociedad Cooperativa.
Llegando a posicionar a la Fundación Espriu en el segundo lugar de la red mundial de cooperativas sanitarias. Si bien en España existe un sistema de salud público muy desarrollado y de amplia cobertura, lo que distingue al servicio de las cooperativas es la participación directa de los asociados, el espíritu solidario que despliega y su rápida atención.
La Fundación Espriu defiende la medicina social basada en el diálogo constante entre médico y paciente. Su fin es contribuir a incrementar el valor social sanitario y el capital humano del sector a través del cooperativismo sanitario, donde la gestión se realiza de manera compartida y solidaria por profesionales y usuarios, sin intermediarios de ninguna índole. Además, los beneficios son reinvertidos en la mejora de la calidad asistencial.
Los valores principales de la Fundación Espriu se sustentan en la igualdad y libertad de las personas, la no discriminación y la búsqueda de beneficios sociales sanitarios en lugar de económicos.
La clave del éxito de la Fundación Espriu es la colaboración entre los prestadores de un servicio y los receptores de éste como valor social sanitario sostenible. Para la Fundación Espriu los servicios sanitarios son un derecho básico porque la sociedad necesita que la sanidad sea un servicio de calidad.
En México también existen algunos proyectos de economía social enfocados en la salud. Entre los que destaca Panamédica, una cooperativa que nació en la década de los dos mil y que sigue funcionando en la actualidad.
PANAMÉDICA
Es una Cooperativa de Salud, sin fines de lucro que surge en marzo de 2007 por iniciativa de un grupo de vecinos organizados y un equipo de profesionales de la salud en la Ciudad de México. Su trabajo se orienta hacia la atención, prevención y promoción de la salud, que cimienta su trabajo en el cumplimiento y promoción del derecho a la salud.
Fortalecieron su capacidad para impactar socialmente en la salud de la comunidad mediante el diseño y desarrollo de un sistema de atención mutualista que coloque al usuario y al prestador en una posición de igualdad para la organización y toma conjunta de decisiones; fomente la equidad y acceso a los servicios de salud; disminuya el gasto de bolsillo y finalmente, permita avanzar a la sociedad civil en la defensa del derecho universal de la salud, ejerciendo éste a partir de una vía diferente: la de la economía solidaria.
El aporte del trabajo profesional se asume bajo los principios del cooperativismo y la mutualidad y las tarifas de los servicios, con los criterios de la economía social y solidaria. Está conformada por 15 socios que integran la Asamblea General, los Consejos de Administración y Vigilancia. Estas instancias se encargan de administrar y asegurar el adecuado funcionamiento de las áreas de atención clínica.
Esta cooperativa que nació en 2007 y que se constituyó en 2010 considera que la perspectiva de género es un ingrediente infaltable en las acciones de la misma. Ha organizado talleres y ferias de salud, involucrando a las mujeres en los temas de su salud y promoviendo sus habilidades para desarrollar entornos saludables en sus hogares y comunidades.
En los últimos años, las campañas de la OMS han trabajado para fomentar que la sanidad llegue a todos los rincones del planeta, posibilitando que las personas puedan tener la atención sanitaria cuando lo necesitan en el seno de su comunidad, que no tengan que desplazarse largas distancias para obtenerla, y que sea asequible para las familias.
Y es aquí donde estos modelos de economía social logran su máximo impacto permitiendo cubrir aquellas zonas de difícil acceso y llevando a las personas la posibilidad de contar con un sistema de salud digno y eficiente para el cuidado de todos.