Desde entonces, la Seguridad Hídrica se enfoca en grandes desafíos que, para el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), se sintetizan en la siguiente definición:

“La capacidad de una sociedad para disponer de agua en cantidad adecuada y calidad aceptable para su supervivencia y la de todos los seres vivientes en los ecosistemas en que habitan, así como para asegurar su desarrollo socioeconómico sostenible, gestionando los riesgos climáticos, meteorológicos y antrópicos relacionados con el agua, en un clima de paz a través de una buena gobernanza”.

Par enfrentar dichos retos, el IMTA se encuentra desde hace algunos años en un proceso de transformación, fortaleciendo y orientando su quehacer de desarrollo e investigación científica y tecnológica. Actualmente, cuenta con un Programa Estratégico Institucional en Seguridad Hídrica (Peish) que busca contribuir a la solución de los principales problemas del agua en el ámbito nacional, mediante la innovación, desarrollo tecnológico,  conocimiento científico y fortalecimiento de capacidades, participación social y comunicación, para incidir en la conservación del medio ambiente, la prevención de riesgos hídricos, el abasto y la productividad del agua.

Para ello, el Peish tiene una estructura programática jerárquica que consta de cinco subprogramas, veinte líneas estratégicas y 38 líneas de investigación, que orientarán la generación y puesta en marcha de proyectos integrales y multidisciplinarios en los próximos años (figura).

Diagrama de los los subprogramas del PEISH

Con la implementación y seguimiento de este programa, el IMTA estará en condiciones de aportar soluciones más favorables para contribuir a que en México cada vez más se mejoren: las disponibilidades del agua en cantidad adecuada y calidad aceptable; la capacidad de prevenir, mitigar y adaptarse a niveles aceptables y manejables de riesgos ante los fenómenos hidrometeorológicos y antrópicos; la cobertura y eficiencia de los sistemas de abastecimiento de agua potable y saneamiento a toda la población; la productividad del agua en sus diferentes usos, a fin de impulsar los desarrollos económicos local y regional, y la capacidad de la sociedad y tomadores de decisiones asociados con los recursos hídricos para asegurar el desarrollo sostenible del país.