Se estima que a nivel nacional las áreas agrícolas con infraestructura de riego deberán aumentar en un 60 % la producción para el año 2050, situación que se ve desfavorecida por el incremento de plagas y enfermedades, la contaminación de los recursos hídricos y la degradación de las cuencas.
Nuestro país cuenta con una regionalización micro-climática apta para el cultivo de frutales, hortalizas y forrajes, que le permiten producir con sostentabilidad en áreas de montaña, lomeríos y valles, gracias a la aplicación de prácticas de manejo como son la cosecha de agua y el ferti-riego, apropiadas para la conservación y/o restauración de los recursos naturales. Los tres elementos naturales suelo, agua y energía son la base para la producción agrícola, y estos a su vez, son generadores de alimento para dar sustento a los sistemas pecuarios, en un sentido amplio.
Autores
José J. Ramírez Luna
Héctor Gregorio Cortés Torres
Alfredo Gómez Garzón