El 24 de diciembre del 2015, el gobierno mexicano publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Transición Energética, LTE, que sustituye a la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética del 2008.

En su artículo primero la LTE establece como su objeto regular el aprovechamiento sustentable de la energía, así como las obligaciones en materia de energías limpias y de reducción de emisiones contaminantes de la industria eléctrica, manteniendo la competitividad de los sectores productivos y en su artículo tercero transitorio indica que la Secretaría de Energía (SENER) fijará como meta una participación mínima de energías limpias en la generación de energía eléctrica del 25 por ciento para el año 2018, del 30 por ciento para 2021 y del 35 por ciento para 2024. En la citada Ley, se reconoce a los océanos como una de las fuentes de energía limpia.

Por lo anterior, es necesario establecer regiones costeras mexicanas que puedan ser aprovechables, como la que se encuentra en la península de Yucatán identificada con un alto potencial energético por la persistencia de su corriente que alcanza velocidades superficiales superiores a 1 m/s. Un dato importante es que, en estudios previos, se ha encontrado un transporte neto a través del canal de Yucatán de 23.8 Sv (Sheinbaum et al., 2002).

Como parte del presente estudio, se realizaron simulaciones numéricas tridimensionales donde se incluyeron como forzamientos a los flujos de calor y de momento, tanto en la superficie como en las fronteras abiertas.

Para la región del Atlántico Mexicano, el modelo se inició a partir de una situación de reposo con un ajuste numérico de 18 años. A continuación se presentan resultados parciales de la simulación obtenidos en el 2019. 

Para complementar este estudio se realizarán en la siguiente etapa dos anidamientos en la zona cercana a la isla de Cozumel con resoluciones de 1.5 km (144x135) y 0.5 km (302x176), ambas con 30 niveles verticales. Las condiciones de iniciales y de frontera de los anidamientos se construirán a partir de los resultados obtenidos de la malla gruesa.

Al interior del golfo de México, se observan los giros que fueron liberados por la corriente de Lazo. Como ejemplo, se observa la presencia del giro ciclónico semipermanente frente a Veracruz, el cual varía en tamaño e intensidad a lo largo del año (Figura 1).

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Un rasgo importante es que en la región oeste del canal de Yucatán la corriente es intensa durante todo el año, alcanzando velocidades por encima de 1 ms-1. Esta última característica se ve reflejada en el promedio anual, donde cerca de la costa es cercano a 1 ms-1. Además, estas velocidades altas se encuentran hasta 50 m de profundidad (Figura 2). Cabe destacar, que la estructura vertical, a modo cualitativo, es similar a la estructura vertical encontrada con mediciones de anclajes en el estudio de Sheinbaum et al. (2002).

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Debido a la importancia de la región de Cozumel, donde se han encontrado corrientes semipermanentes e intensas, se realizó una malla de mayor resolución espacial y temporal en la zona (Figura 3). En términos generales, se observa que la velocidad, en el canal de Cozumel, oscila entre 1.4 a 1.6 ms-1, en la superficie. Estas velocidades se observan hasta los 50 m de profundidad. 

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Los resultados aquí presentados, formarán parte de un atlas interactivo, el cual, por sus características involucra a varios tecnólogos y estudiantes de nivel de maestría y doctorado de los posgrados del IMTA.