No hay mejor definición que describa su naturaleza humana que el título de esta nota con el que su hija Clara inició una semblanza que redactó con motivo de la muerte de su padre en 1993 en la Revista Ingeniería Hidráulica en México y que recomendamos ampliamente para conocer de primera mano los méritos y cualidades de este notable investigador. Por otro lado existe el Bosquejo Biográfico del Dr. Enzo Levi escrito en 1993 por el Dr. Álvaro Aldama Rodríguez en la Revista El Acueducto, donde plasma puntualmente algunos de los logros científicos más importantes alcanzados por el Dr. Levi; desde luego que también consideramos de gran interés que se consulte dicho documento.

El Dr. Levi nació en Turín, Italia, el 9 de octubre de 1914. En 1935 obtuvo el grado de Doctor en Matemáticas por la Universidad de Turín, con la tesis: Teoremas tauberianos relativos a la transformación de Laplace. En 1949, se trasladó a México. Fue fundador del Instituto de Ingeniería de la UNAM en 1957. Desde esa fecha hasta 1987 se desempeñó como investigador de dicho Instituto. Fue ahí donde desarrolló la mayor parte de sus enormes contribuciones a la hidráulica y a la mecánica de fluidos. A partir de 1987 y hasta el día de su muerte el 2 de marzo de 1993, el doctor Levi trabajó como especialista en hidráulica en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua en donde el laboratorio de hidráulica lleva su nombre, a manera de un modesto homenaje a su memoria.

Durante su vida, el Dr. Levi recibió múltiples premios y reconocimientos a su brillante trayectoria profesional, entre otros: la Membresía Correspondiente Extranjera de la Academia de Ciencias de Francia, la Membresía Honoraria del Comité Regional Latinoamericano de la Asociación Internacional de Investigaciones Hidráulicas, el Premio Nacional Nabor Carrillo otorgado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, el Profesorado Emérito de la UNAM, el Premio Universidad Nacional y el Premio Hunter Rouse considerado el más importante en el mundo de hidráulica. El Dr. Levi participó en el diseño de diversas obras hidráulicas y publicó más de un centenar de artículos científicos, técnicos y de divulgación, y más de una veintena de libros, entre los que destacan Teorías y métodos de las matemáticas aplicadas, Mecánica de fluidos: introducción teórica a la hidráulica, Elementos de mecánica del medio continuo y El agua según la ciencia. También tuvo en su haber cinco patentes.

Además de eminente investigador, maestro y célebre ingeniero e inventor, el Dr. Levi fue un ser humano gentil, cálido, noble y altruista y un gran admirador de quienes profesan las disciplinas relacionadas con la ingeniería, como se puede apreciar en las palabras que pronunció en 1991 durante el XXIV Congreso Nacional de la Sociedad Matemática Mexicana: “Yo quiero a los ingenieros. Son mis compañeros de trabajo y mis amigos. Los quiero por su riqueza y sencillez y por ese pragmatismo que los lleva a ver todo en función directa de los resultados que se esperan. Pero también los quiero porque me toman así como soy, sabiendo que soy diferente, ya que justamente por eso puedo resultar un buen colaborador. Si hay entre ustedes alguien que algún día vaya a trabajar con ellos, les deseo de todo corazón la misma experiencia”.