El avance de la medicina en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, el uso de nuevas tecnologías, el progreso de la vida moderna con mejores condiciones, la Inteligencia Artificial, etcétera, han incrementado la expectativa de vida de la población, pero también la morbilidad por las secuelas de tratamientos, cirugías y complicaciones de padecer enfermedades crónico-degenerativas.
Actualmente, los pacientes que se ubican en la llamada “situación terminal” se enfrentan el sufrimiento por el dolor físico y las alteraciones psicológicas, atravesando por diversas etapas que van de la negación, ira, miedo, depresión, negociación y aceptación.
Es para ayudar a mejorar esta condición surge la llamada Medicina Paliativa, que, inicialmente, atendía solamente a pacientes oncológicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a los cuidados paliativos como “el enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y sus familias que se enfrentan a problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas físicos, sociales, psicológicos y espirituales.” (WHO definition of palliative care, 2002).
En la década de los 80, los cuidados paliativos se sugerían para pacientes con cáncer en fase terminal.
Sin embargo, entre 1990 y 2002 se agregaron a los pacientes con enfermedades potencialmente mortales y, posteriormente es hasta 2012, cuando se suman el envejecimiento y la transición epidemiológica al tratamiento.
¿Quiénes necesitan los cuidados paliativos?
Se considera que cualquier paciente con una enfermedad de mal pronóstico para la vida o sobrevida limitada, quienes requieren manejo de dolor o manejo de síntomas crónicos por progresión de la enfermedad y aquellos que tienen dependencia de un cuidador.
Actualmente, de los 40 millones de personas que necesitan cuidados paliativos, 39 por ciento padecen de enfermedades cardiovasculares; pacientes con cáncer, son 34 por ciento; enfermos con neumopatías crónicas, 10 por ciento; con VIH–SIDA, son 6 por ciento y pacientes con diabetes, se contabilizan en 5 por ciento.
El programa para fortalecer la atención paliativa y el manejo de dolor en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) surge en 2019, aunque desde 1988 ya se implementaba en algunos hospitales del Instituto.
El programa PALIATIMSS surge el 8 de septiembre de 2019 y tiene como objetivo contribuir a mejorar los servicios integrales de salud de los derechohabientes.
Desde su inicio el programa PALIATIMSS se gestionó en las 25 Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE).
Desde hace algunos años se han realizado distintos trabajos en estructura y capacidad física, también se han desarrollado mesas de trabajo con representantes de la Organización Mundial de la Salud, así como en las clínicas de Dolor y Cuidados Paliativos en diferentes hospitales de todo el país.
Asimismo, se han otorgado mil 939 consultas de primera vez; otras cuatro mil 47 consultas subsecuentes; además de mil 219 interconsultas y 400 procedimientos.
Con estas acciones, el IMSS se mantiene a la vanguardia en beneficio de sus derechohabientes.