¿Qué es un trasplante renal?

Es la extracción de uno de los riñones de un individuo sano o de una persona que haya fallecido, que se coloca en una persona con insuficiencia renal crónica terminal, para que haga las funciones que sus riñones enfermos ya no pueden realizar.

¿A quién se le puede hacer un trasplante?

A los pacientes con insuficiencia renal que estén en tratamiento con diálisis peritoneal o hemodiálisis y que sean candidatos a trasplante, previa valoración médica y mediante estudios específicos. Porque es importante saber que no todos los pacientes pueden recibir un trasplante.

¿Quién puede donar un riñón?

El donador debe ser una persona mayor de 18 o menor de 65 años, a quienes después de realizarles una serie de estudios se determine que están sanos y que al donar uno de sus riñones, el riesgo para su salud será mínimo, ya que una persona sana puede vivir con un solo riñón y llevar una vida normal. Pueden ser, preferentemente:

  • Un familiar (padres, abuelos, hermanos, hijos, esposo o esposa, concubinos, primos).
  • Un amigo o conocido, siempre y cuando firme un documento ante un notario público donde se señale que su decisión es voluntaria y no existe un pago de por medio.
  • Una persona previamente sana que haya fallecido por muerte encefálica y su familia, como un acto de solidaridad, decida donar sus órganos.

Desafortunadamente, en nuestro país, la donación de órganos de pacientes fallecidos es muy baja, por lo que el tiempo de espera para el trasplante puede ser prolongado.

¿Cuáles son los beneficios del trasplante de riñón?

El riñón trasplantado hace las funciones que los riñones enfermos ya no pueden realizar; con ello, el paciente deja de depender de la diálisis, recupera su energía y mejora su salud, lo que le permite reintegrarse a su vida familiar y laboral.

¿Existen riesgos con el trasplante de riñón?

Cualquier procedimiento quirúrgico implica riesgos y el trasplante no es la excepción. Puede darse el caso de que el riñón trasplantado no funcione, por ejemplo, que haya un rechazo o la formación de un coágulo; el paciente trasplantado debe tomar medicamentos para evitar un rechazo y estos disminuyen las defensas del cuerpo, por lo que se deben tener cuidados para evitar infecciones. A pesar de ello, el paciente trasplantado tiene una expectativa de vida mayor que con el manejo en diálisis o hemodiálisis y las posibilidades de éxito son superiores a 90%.