Acabamos de celebrar los 200 años de la Independencia de Comitán y el inicio del convulso camino de la vida en libertad y la integración de Chiapas a la naciente Nación Mexicana. Pero en este proceso nunca dejamos de ser frontera: de ser la frontera norte de la Capitanía de Guatemala con México, el Soconusco se convirtió en la frontera sur de México con Centroamérica.

Esta condición de frontera, de vecinos de una misma región que se aprecian y conviven es la que nos ha permitido ser siempre puerta: de los que vienen a hacer comercio, de paseo, de los que vienen soñando pero también de los que vienen huyendo o buscando un futuro: chinos, alemanes, guatemaltecos, libaneses, españoles, japoneses, haitianos, hermanos del mundo.

Así es la Frontera Sur, la suma de migraciones entendidas más como esperanza y nunca como amenaza. Y el presidente López Obrador lo ha dicho: la migración tiene que ser opcional, un derecho y no producto del hambre o la violencia.

Por eso el Hospital General de Zona Nº 1 que inauguramos este domingo 29 de agosto en Tapachula junto al presidente López Obrador, el gobernador Rutilio Escandón y la presidenta municipal Rosy Urbina se llama Nueva Frontera. En él se concentran las aspiraciones del presente: seguridad social como elemento del estado de bienestar, salud como un derecho que debemos garantizar y medicina preventiva para la vida.

Y aunque se acaba de inaugurar es un hospital con historia y con etapas en esa historia:  

La primera: en la lucha contra covid-19. Cuando necesitábamos crecer más, echamos mano de estrategias adicionales como la apertura anticipada de unidades médicas. Este Hospital entró en operaciones el 30 de marzo de 2020 para atender a pacientes de covid que lo requirieran. Llegó a tener 110 camas destinadas a ello y atendió a cerca de 800 personas. Con ello dimos cumplimiento a la instrucción del Presidente: que nadie se quede sin atención.

La segunda: cuando el Nueva Frontera envió solidariamente 24 ventiladores mecánicos a hospitales de la Ciudad de México que los necesitaban más y con esta estrategia se salvaron vidas. Pero no fue la única. En diciembre, encabezados por el representante del IMSS en Chiapas, el doctor Enrique Ureña, 75 compañeros médicos, enfermeras, medicas y enfermeros de Tapachula, Tonalá y Tuxtla integraron la Operación Chapultepec, y vinieron a auxiliarnos en el momento más crítico que hemos vivido en la pandemia.

Una tercera etapa ha sido la recuperación de servicios. En el Nueva Frontera ya se han llevado a cabo 16 cirugías de columna vertebral, 50 de desprendimiento de cornea, 100 de cataratas, han nacido trillizos en dos ocasiones, se ha dado a luz a niña sana de mamá positiva covid-19, se salvó a una bebé prematura de 8 meses que fue intubada por covid-19, y aquí también se llevó a cabo la primer manga gástrica en Chiapas a paciente con obesidad mórbida, realizada por el doctor Roberto Sánchez Moscoso, nuestro jefe de Prestaciones Médicas.

Se trata de un hospital que en sus 28,500 metros cuadrados de construcción tiene 8 quirófanos, 180 camas censables y 38 especialidades. Además de unidad de cuidados intensivos para adultos y pediátricos, sala de urgencias, una fuerza de trabajo de 1,216 personas y la mejor tecnología para el ahorro de energía y reducir la huella de carbono.

Como se puede ver, no hablamos sólo de lo que será sino también de lo que ya es, de lo mejor con que cuenta en el estado: una Nueva Frontera para Chiapas.