El 22 de julio se celebró el Día Mundial del Cerebro, por lo que es necesario explicar sobre el funcionamiento y los cuidados necesarios para una adecuada salud cerebral.
El cerebro es un órgano que se encarga de regular y coordinar lo que hacemos, contiene nuestros pensamientos, emociones y es el responsable de nuestro comportamiento. Anatómicamente se puede dividir en: diencéfalo (que se encuentra en el centro del cerebro), cerebelo y tallo cerebral.
En los dos hemisferios cerebrales se encuentran las estructuras que nos permiten comprender lo que vemos y oímos; está la memoria, el pensamiento y el lenguaje, entre otras.
En el diencéfalo se encuentra el hipotálamo, el tálamo y el epitálamo, que son estructuras especiales que coordinan funciones inconscientes que permiten el ciclo sueño–vigilia, el apetito, el despertar y otras acciones que mantienen en equilibrio nuestro cuerpo. El cerebelo permite coordinar nuestros movimientos.
En el tallo cerebral están centros que regulan las funciones vitales como la respiración, la presión arterial, además de los núcleos de los nervios craneales y las conexiones de la corteza cerebral con el cuerpo.
El sistema nervioso se empieza a formar desde el vientre materno, sigue cambiando y adaptándose a lo largo de nuestra vida; es capaz de repararse y aprender, por lo que es importante tener hábitos que ayuden a mantener saludable nuestro cerebro.
Para el adecuado funcionamiento del cerebro se requiere:
1) Alimentación saludable. Comer diariamente frutas y verduras; evitar el exceso de azúcar, sal y grasas; tomar al menos dos litros de agua simple al día; evitar refrescos y comidas enlatadas o embutidos.
2) Ejercicio regular. Realizar 30 minutos diarios de aeróbicos o mínimo tres veces por semana.
3) Dormir adecuadamente. Tener un horario para dormir y despertar; evitar luces, ruidos y objetos electrónicos en la habitación.
4) Estimulación cognitiva. Leer, aprender idiomas, música, pintura, etc. El cerebro tiene la capacidad de seguir aprendiendo; mantenerlo activo le favorece.
5) Evitar traumatismos craneales (golpes en la cabeza).
6) Mantener una red de apoyo familiar y social. El aislamiento es perjudicial para nuestra mente, en especial después de la pandemia. Siguiendo las medidas de protección, mantengamos comunicación con nuestra familia y en especial con nuestros adultos mayores.
El estrés continuo, la falta de sueño, el uso de sustancias tóxicas como alcohol, drogas y tabaco dañan nuestro cerebro.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las acciones de promoción a la salud encaminadas a favorecer un estilo de vida saludable ayudan al buen funcionamiento cerebral.
También se realizan actividades culturales y recreativas enfocadas a la integración social. Si quieres más información consulta a tu médico y sigue las redes sociales del IMSS.