Se dice que cuando Arquímedes descubrió el principio del empuje hidrostático: la relación entre el volumen de un cuerpo sumergido y la fuerza de flotación que experimenta, su alegría fue tal que se alzó de un salto de la bañera y salió corriendo, desnudo, por las calles empedradas de Siracusa gritando eureka.

La estrategia nacional Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA) nació en las oficinas del IMSS en Monterrey, Nuevo León, en una mesa de trabajo con empresarios en busca de una solución para detener un problema que afecta las finanzas de las instituciones, la productividad de las empresas, pero principalmente la calidad de vidas de las personas, los llamados accidentes y enfermedades de trabajo.

La idea original fue abrevar de las mejores prácticas en el mundo y realizar desde Monterrey un Congreso Internacional. Se trató de una genuina preocupación de empresarios, de líderes sindicales, de representantes patronales. Se había diagnosticado el problema y había que hallarle remedio. Y a diferencia de la historia de Arquímedes, aquí nadie salió corriendo tras el eureka, cada quien asumió su responsabilidad y sus tareas.

Aquel 2 de febrero de 2022 firmamos junto al gobernador Samuel García el Acuerdo Nacional por la Salud, la Seguridad, el Bienestar de las Personas Trabajadoras con el propósito de establecer una nueva cultura de prevención y promoción de la salud en los centros de trabajo. Un auténtico involucramiento de los empleadores en el cuidado corresponsable de la salud y el bienestar de los trabajadores. Tres meses después, el 2 de mayo, lanzamos ELSSA en el emblemático Parque Fundidora. Y el pasado 17 noviembre tuvimos nuestro corte de caja y apertura al mundo con el Congreso Internacional ELSSA.

En este Congreso se reunieron voces autorizadas de la iniciativa privada y del sector público. De México y de los países que más avances han tenido en la materia. Durante dos días en la Universidad de Monterrey hubo conferencias, ponencias y mesas de discusión. Se habló de la pandemia y la protección de los trabajadores; del vínculo entre salud, productividad y rentabilidad; se habló de salud mental y ocupacional, y se compararon y analizaron los modelos ELSSA, Total Worker Health y la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo. 

En este encuentro estuvieron presentes David Michaels, Profesor de Epidemiología en Salud Ocupacional y Ambiental de la Universidad George Washington; Chia Chia Chang, Coordinadora de Oficina del National Institute for Occupational Safety & Health para Total Worker Health; Santiago Levy Algazi, Asesor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Ahí también Pedro Américo Furtado de Oliveira, Director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo para México y Cuba; Lee Newman, Director, Center for Health, Work & Environment. University of Colorado; Jack Dennerlein, Co-Principal Investigator, Center for Work, Health & Wellbeing. University of Harvard; y María Dolores Solé Gómez, Presidenta de la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo.

Para mí, ELSSA, después de covid, es tan importante como la cultura de prevención de desastres que vino después de los sismos de 1985. Hoy todos sabemos qué hacer cuando escuchamos una alerta sísmica. A eso aspiramos con ELSSA, a prevenir accidentes y enfermedades crónico degenerativas como una cultura de supervivencia. Que haya suficiente información e incentivos. ELSSA nació del consenso, la confianza y la corresponsabilidad. Esa quizá es su mayor fortaleza. 

POR ZOÉ ROBLEDO, DIRECTOR GENERAL DEL IMSS.

PUBLICADO EL 22 DE NOVIEMBRE DE 2022 EN MILENIO