En el Programa Sectorial de Energía, publicado el pasado 8 de julio en el Diario Oficial de la Federación, se establece que el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) tiene un papel fundamental en el Objetivo prioritario de “Organizar las capacidades científicas, tecnológicas e industriales que sean necesarias para la transición energética de México, a lo largo del siglo XXI”.

Este Programa, derivado del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, señala como Estrategia prioritaria 3.3: “Alinear la investigación y desarrollo tecnológico, innovación y formación de especialistas del IMP, con las necesidades actuales y prospectivas de la industria de hidrocarburos, así como incrementar la velocidad de su incorporación a los procesos productivos de Pemex”.

La estrategia se llevará a cabo con tres acciones puntuales:

·      Orientar las líneas de generación y aplicación de conocimientos del IMP, con la política energética de fortalecimiento de Pemex, para que a su vez impulse a las industrias de capital nacional.

·      Establecer compromisos y procedimientos con las áreas técnicas y administrativas de Pemex para garantizar la aplicación acelerada de las mejoras tecnológicas producidas por el IMP

·      Restablecer la participación Pemex con el IMP en la elaboración de proyectos y programas estratégicos tecnológicos, para alinear esfuerzos que atiendan sus necesidades de corto, mediano y largo plazo.

En términos generales, estas acciones las ha desarrollado el IMP desde su creación, pero con mayor dinamismo y enfoque a partir de años recientes. Tal es el propósito del Contrato Abierto de Productos y Servicios Pemex-IMP, firmado en octubre del año pasado. Asimismo, uno de los ejes de desarrollo planteados por el Director General es generar bienestar a la sociedad, a través de una masificación de soluciones demostradas, competitivas y eficientes. Ahora estas actividades están respaldadas por el Programa Sectorial de Energía.