Esos estudios de riesgo ambiental y de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) los llevan a cabo nuestros especialistas del área de Análisis de Riesgo y Seguridad Funcional, que tienen el perfil de Ingeniería Química e ingenierías afines, así como el grado de maestría en Riesgo y Confiabilidad por la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, España.

Los peritos del IMP cuentan con la certificación que otorga ABC Consulting de Estados Unidos para ejecutar la fase de identificación de peligros, así como con la certificación de Exida Consulting en México o Exida Global en Pensilvania, Estados Unidos, para cálculos posteriores como capas de protección y determinación del Nivel de Integridad de Seguridad (SIL, por sus siglas en inglés), que proporciona niveles de reducción del riesgo.

Este personal contribuye a dar cumplimiento al Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, así como a regulaciones de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), para identificar los posibles impactos adversos al personal, la producción, instalaciones y al ambiente, así como proponer las medidas preventivas, correctivas y/o de mitigación para minimizar o eliminar daños; asimismo proporciona opciones tecnológicas viables con el mínimo costo ambiental.

Objetivos de estudios de riesgo ambiental

Los estudios de riesgo ambiental, en general, tienen el propósito de demostrar que el peligro se puede contener hasta niveles seguros para el personal operativo, la instalación y la comunidad que está alrededor. Si esto no es posible, se establecen las medidas preventivas y mitigantes necesarias para reducir al máximo los peligros potenciales de incendios, explosiones, derrame o fuga de sustancias tóxicas. En el caso específico de las refinerías, previenen los riesgos de fugas o derrames de sustancias tóxicas o sustancias peligrosas que pueden generar eventos de fuego o explosión y que, además, puedan dañar a equipos de proceso próximos, que tienen el potencial de aumentar las consecuencias (por efecto dominó).

Por esta razón, los ERA son indispensables para iniciar la construcción de una refinería. En las evaluaciones de riesgos se plantea encontrar las posibles medidas para evitar los eventos peligrosos, para ello se consideran tres valores fundamentales: la ética, lo legal y lo financiero.

Los análisis se realizan basándose en la experiencia y conocimiento del equipo de análisis de riesgo, pero aun así puede surgir algún imprevisto. Aunque este es el mejor ejercicio posible de ingeniería, siempre hay incertidumbres, ningún estudio de riesgo detecta todos los peligros, eso no se puede garantizar.

Por esa razón, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la ASEA solicitan dentro del informe de los ERA un Informe Técnico, que es la parte medular en que se concentra la información más relevante del estudio de riesgo, con el análisis de los riesgos probables y sus consecuentes medidas preventivas y de seguridad, conclusiones y recomendaciones, así como un resumen de la situación general que presenta el proyecto en cuanto a riesgo ambiental; también se señalan las desviaciones encontradas y áreas de afectación.

Asimismo, se incluyen recomendaciones para corregir, mitigar o reducir los riesgos identificados, las acciones correctivas que se aplicarían de presentarse un accidente de alto riesgo y un anexo con información fotográfica o de video del sitio donde se ubicará la instalación, que es complementario a la MIA, en la que se muestran las colindancias y puntos de interés cercanos, las instalaciones, áreas y equipos críticos, así como el impacto significativo y potencial que generaría una obra o actividad, y la forma de evitarlo, atenuarlo o compensarlo.

El análisis de riesgo que solicita la Semarnat, se realiza mediante el llenado del contenido que indican los formatos y la guía preestablecidos por la dependencia, pero cuando se trata de una solicitud fuera del ámbito regulatorio oficial, la evaluación se elabora de acuerdo con la guía del operador que solicita el estudio de riesgo, en la que determina los aspectos que desea se cubran.

Tanto los ERA como la MIA se entregan a la ASEA para su aprobación y autorización. Solamente después de la aprobación de estos estudios se puede comenzar a construir una planta o continuar con las actividades de la que ya está en operación.