El servicio del Tratamiento químico para la deshidratación y desalado de crudo en plataformas marinas y en la Terminal Marítima de Dos Bocas (TMDB) representa uno de los logros más significativos del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), ya que ha generado resultados que han contribuido a resolver esta problemática en Petróleos Mexicanos (Pemex).

El tratamiento se lleva a cabo con el desemulsificante y desalador IMPDCP-2018, que redujo el contenido de agua y sal del petróleo, para cumplir con la calidad acordada con las normas internacionales.  

Esta innovación logró resolver ese problema en un periodo muy corto, ya que mediante una prueba industrial se obtuvieron valores por debajo de la especificación establecida para la comercialización de crudo a nivel nacional e internacional, que es de 0.5 % volumen de agua y menos de 50 libras de sal por cada mil barriles (LMB).

La aplicación continua del producto IMP-DCP-2018 estabilizó el proceso de la deshidratación (con valores que llegaron a 0.1 % de agua y menos de 10 LMB de sal) en tiempo récord, a pesar de diversos factores como movimientos operativos y estimulaciones ácidas, que provocan desestabilización y variaciones críticas de baja temperatura.

Cabe destacar que la deshidratación del crudo tanto en plataformas marinas como en la TMDB, representaba un problema cuya solución era prioritaria para Pemex.

Entre los logros principales de este proyecto se encuentran:

  • Acondicionar el crudo para cumplir con las especificaciones de calidad en porcentaje de agua (menor a 0.50 % volumen) y salinidad (menor a 50 LMB).
  • Evitar penalizaciones por parte de los clientes de Pemex, por incumplimiento en las especificaciones de calidad.
  • Mejorar la imagen de Pemex en el mercado internacional por la entrega de crudo dentro de las especificaciones contractuales.
  • Formar parte activa de la nueva estrategia de empresa líder en el sector energético de Pemex a nivel mundial.
  • Coadyuvar a mantener la imagen del IMP como un centro de investigación de alto prestigio.

Por su capacidad técnica e infraestructura para superar estos y otros retos, el IMP es considerado el brazo tecnológico de la industria petrolera en México.