Uno de los problemas para la industria del petróleo es el taponamiento por la formación de incrustaciones de materia inorgánica en tuberías de producción, que repercute en pérdidas por producción diferida y costos de mantenimiento. El pro­yecto Metodología para determinar el inicio de la precipitación de carbonatos y sulfatos a condiciones de yacimiento en muestras de agua de formación bajo la presencia de aceite, del IMP, evidenció que el factor microbiológico es determinante en la formación de incrustaciones como el carbonato de calcio (CaCO3). Se encontró que el género Bacillus participa directamente en la formación de los carbonatos e indirectamente en el fenómeno de corrosión inducida por microorganismos (MIC), por medio de la generación de biopelícula; sin embargo, el análisis microbiano se encuentra limitado a obtener curvas de cinética de crecimiento por conteo a presión atmosférica, en función de la temperatura.

La nueva aplicación de la técni­ca transitométrica, es posible determinar la cinética de crecimiento de microorganismos a las condiciones de presión y temperatura del sistema yacimiento-pozo-instalaciones superficiales, así como la estabilidad térmica de biocidas, su eficiencia y la concentración óptima para la inyección, como parte de los resultados se determinó que las bacterias son barotolerantes, termotolerantes y halofílicas, con lo que se pueden tener diferentes criterios para empezar a estudiarlas a condiciones de operación.

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Las aportaciones del proyecto

El estudio de los consorcios microbianos en campo ha derivado en dos proyectos facturables (F.61696 y F.61987) que a la fecha han generado ingresos superiores a los 156 millones de pesos para el IMP en 2016 y 2017.

Este desarrollo generó la interacción entre los especialistas para dar atención y cumplir con los objetivos que el cliente requería, la innovación de este proyecto consiste en conocer el impacto de las instalaciones y equipos que se tienen en IMP-Sede.

Además, con ese mismo esquema de identificación basado en transitome­tría, se puede detectar si un producto químico puede degradarse térmicamen­te, es decir, transformarse en su fase estable sólida, líquida o gas que genere un problema en lugar de una solución, lo cual repercutirá en el costo-beneficio por la inyección de algún producto en campo. En este sentido, podrá ser de utili­dad al usuario de un producto químico que busca obtener resultados adecuados en su sistema de proceso, sin que se preocupe por otro tipo de perturbaciones, como por ejemplo causar depósitos indeseables en el sistema.

Eso antes no lo podía ver el usuario final, y básica­mente eso es lo que le inte­resó al grupo seleccionador de aportaciones del ADIAT, que técnicamente es algo que no se había utilizado en otros ambientes.

Esta nueva aplicación es una innovación en su uso y en su interpretación, que genera beneficios para el usuario en cuanto a equipo y servicio, el cual pone al IMP a la vanguardia tecnológica.