A fin de presentar los avances obtenidos con la Alianza Estratégica por el Trabajo y el Empleo para Jóvenes y construir los insumos para que sea implementada en la siguiente administración, el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) llevó a cabo la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Consultivo sobre Empleo Joven.

 

Dicha Alianza, tiene como objetivo principal reducir sustancialmente la proporción de personas jóvenes que no están empleadas, no cursan estudios y no reciben capacitación para el trabajo, en concordancia con el octavo objetivo de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: trabajo decente y crecimiento económico.

 

Así lo indicó al inaugurar el acto el director general del Imjuve, Maximo Quintana Haddad, quien agregó que para alcanzar esta meta se requiere de mecanismos como el presente, en el que los actores inmersos en el mundo laboral dialoguen y generen un diagnóstico que les permita diseñar acciones mucho más eficiente. 

 

Conversando entre todos, informó, es como se podrán mejorar las habilidades y la empleabilidad de las personas jóvenes, promover su inclusión social, su bienestar y, en consecuencia, alcanzar mejores niveles de desarrollo respaldados en una política de juventud efectiva que impacte a nivel nacional partiendo desde lo local.

 

“Por ello es por lo que en esta jornada de actividades no sólo se les impartirán dos ponencias, sino que también se les va a presentar la plataforma digital y el acervo bibliográfico relacionado a la productividad de la juventud, lo que nos va a permitir trabajar juntos en mejores acciones para el bienestar de los jóvenes”, comentó.

 

Al concluir sus palabras, el subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Francisco Javier García Bejos, comenzó su ponencia, en la que señaló que el empleo formal es la mejor herramienta para vencer la pobreza, la marginación y la falta de oportunidades.

 

Por ello, puntualizó, para el Gobierno de la República el análisis de esta Alianza es uno de los temas más relevantes, pues a partir de ese ejercicio de crítica se ha revelado que, en la actualidad, en México y el mundo, los modelos y mecanismos laborales han cambiado drásticamente y deben adecuarse lo más pronto posible.

 

“Hay que encontrar nuevas fórmulas y nuevos pisos de protección para que en el presente y futuro, las juventudes tengan sus derechos bien protegidos y crezca la productividad de la mano de obra y los salarios y disminuya la tasa actual de desocupación que se enfrenta en el país y, por tanto, las desigualdades”, puntualizó.

 

Con el fin de alcanzar esas metas, añadió, en esta administración se invirtieron 230 mil millones de pesos para que se desarrollen los jóvenes y, tan sólo en la Sedesol, hay 11 programas específicos con los que se atiende a 12 millones de jóvenes, no obstante, el reto aún es grande y por esa razón se cuenta con esta Alianza.

 

Por su parte, en su ponencia, el subsecretario de Empleo y Productividad Laboral, Alfredo Maldonado Hernández, destacó que en México hay 31 millones 323 mil 563 jóvenes de 15 a 29 años, de los cuales, 16 millones 511 mil 141 están ocupados: seis millones 331 mil 667 en la formalidad y 9 millones 148 mil 33 en la informalidad.

 

“En tanto, hay 14 millones 812 mil 422 jóvenes inactivos laboralmente, de los que ocho millones 879 mil 87 están estudiando y preparándose para el futuro, cinco millones 193 mil se dedican a los quehaceres domésticos y 739 mil realizan otras actividades, como la atención de negocios familiares”, explicó el funcionario.

 

Como lo revelan los datos, concluyó, uno de los grandes retos se encuentra en lograr que el trabajo informal se vuelva formal y que las actividades en las que las y los jóvenes se desarrollan actualmente tengan las condiciones para garantizarles un empleo decente, digno y bien remunerado, avalando su desarrollo y bienestar.