.Contaba Ana Aguilar, investigadora de la Universidad de Concepción de Chile, que durante la ruta Spin Way en el Camino de Santiago ella “era del grupo de los de atrás”. “Éramos los más lentos, a los que más nos costó llegar, pero disfrutamos mucho cada detalle”. Un esfuerzo que vio recompensado cuando, primero sus compañeros de equipo y ayer el jurado de Spin Way, eligieron su proyecto emprendedor, Symbiosys, como el mejor de esta edición.

Symbiosys es el resultado de años de investigación que ahora esta joven chilena quiere aplicar para desarrollar una agricultura más productiva y sostenible. Su proyecto se basa en el cultivo y comercialización de hongos que contribuyen de manera natural a enriquecer e incluso recuperar los suelos agrícolas, generando biofertilizantes adaptados a los ecosistemas naturales de las diferentes regiones de América Latina. “Tengo toda la vida para dedicarme a esto y sé que voy a tener muy buenos resultados”, aseguraba tras la entrega de premios.

Atrás quedaban los más de 100 kilómetros recorridos a pie y las horas de trabajo con los mentores, que han servido para que tanto ella como el resto de los jóvenes emprendedores y emprendedoras de 14 países que participaron en Spin Way 2017 hayan visto crecer y consolidarse sus iniciativas empresariales.

“Los mentores han sido como las flechas amarillas que nos encontramos en el Camino”, explicaba Giselle Mendoza, del Tecnológico de Monterrey (México). “Ellos nos guiaban, nos decían por dónde seguir, y también nos hacían ver las piedras u obstáculos que podíamos encontrar para nuestros proyectos”.

GECO es la iniciativa de esta estudiante mexicana de Economía Ambiental que aspira a crear una empresa tecnológica que fabrique Bioplástico y otros biomateriales de valor añadido a partir de la piel de la naranja que desecha la industria. Su presentación fue reconocida con el segundo premio en la competición de pitch de Spin Way 2017, celebrada ayer en el Edificio Emprendia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

También tuvieron ocasión de defender sus propuestas Javier Casal Pérez, de la Universidad de Santiago de Compostela (España), con Mobilitrust; Gaston Legnani Aguirre, de la Universidad ORT de Uruguay, con el proyecto Krowth; y Daniel Zaragoza Rodríguez, de la Universidad de Guadalajara (México), con Endoshot.

Durante la competición estos universitarios pusieron a prueba todo lo aprendido durante su aventura. Para Gastón Legnani lo más valioso de la experiencia ha sido “conocer tanta gente distinta, de tantas culturas diferentes”. “Me llevo su amistad y el haber visto cómo quieren cambiar la realidad de sus países”, explica. Daniel Zaragoza coincide en que el mayor aprendizaje, además de mejorar el pitch, ha sido la confluencia de culturas, “que me han enriquecido fortaleciendo mi proyecto”.

El trabajo en equipo ha sido otro de los puntos fuertes de Spin Way. Cada uno llevaba en la mochila su idea emprendedora pero juntos se han esforzado en apoyarse mutuamente. Así, no solo los finalistas tuvieron un reconocimiento en la competición de ayer, sino también los miembros de sus equipos. Ellos fueron, junto con los mentores, quienes les dieron los primeros consejos para mejorar el pitch, y también quienes los eligieron como representantes ante el jurado.

Este jurado estuvo formado por la vicerrectora de Internacionalización de la USC, Almudena Hospido; el consejero delegado de Uninova, José Manuel Cotos; el director general del Instituto de la Juventud (INJUVE), Javier Dorado; el secretario general del Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica (OIJ), Max Trejo Cervantes; el presidente de Visualiza Business, José Ramon García; y el jefe de Área de Cultura Xacobea da S.A. de Xestión do Plan Xacobeo (Xunta de Galicia), Francisco Singul.

La USC, en colaboración con RedEmprendia, OIJ y el Injuve impulsan esta segunda edición de Spin Way, que ha contado también con la colaboración de Uninova, Xacobeo Galicia y Visualiza Business.

 

IMJUVE /2017-B130

Ciudad de México, a 28 de Septiembre de 2017