Según el Programa Nacional de Juventud (Projuventud) 2014 2018, incorporar a la población joven al desarrollo del país requiere garantizar el pleno ejercicio de sus derechos así como evitar situaciones como la reproducción intergeneracional de la pobreza, escenarios de mayor inseguridad y la falta de cohesión social en México.

No obstante, acorde a datos extraídos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2013, en el año en que se realizó el levantamiento, el 23.7% de la población fue víctima de algún delito, de los cuales, el 34.2% fueron jóvenes de 18 a 29 años, siendo más de la mitad hombres (54.5%).

Los principales delitos cometidos en contra de las juventudes fueron: asalto en la calle (30%), robo de accesorios o refacciones (21%) y robo a casa habitación (13%). En cuanto a la violencia contra las jóvenes, se encuentra que en 2011, 41.4% de entre 15 y 24 años de edad, sufrió algún tipo de violencia por parte de su pareja.

En este sentido, para el Gobierno de la República, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, resulta fundamental poner en marcha estrategias, acciones y programas de prevención y fortalecer la participación de la ciudadanía para que contribuyan a disminuir los factores de riesgo que provocan conductas delictivas.

De tal forma es que la Secretaría de Gobernación (Segob) a través de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), en coordinación con el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) mediante su Dirección de Salud, Equidad y Servicios a Jóvenes (DSESJ), impartieron a 115 jóvenes, el curso “Formador de Formadores Sociales”.

Este curso, tiene como objetivo principal brindar las competencias y herramientas necesarias para que los y las jóvenes participantes puedan desempeñar de la mejor forma posible la tarea de formar a otros jóvenes, lograr aprendizajes significativos y evaluarlos en contextos concretos, con eficiencia y eficacia en su proceso formativo.

Al inaugurar el acto, el director general del Imjuve, José Manuel Romero Coello, señaló que para el Gobierno Federal resulta fundamental sumar alianzas que permitan visibilizar a las juventudes del país no como replicadoras de la violencia y la delincuencia, sino como los grandes agentes de cambio para poder prevenirla.

Lo anterior, puntualizó, lo notaron al realizar la Consulta Nacional Juvenil (CNJ) 2013, mecanismo durante el cual más de 50 mil jóvenes de las 32 entidades del país alzaron sus voces para dar a conocer al funcionariado sus principales demandas, siendo una de ellas, la de prevenir y erradicar de raíz la violencia y la delincuencia.

“Es así que se creó el Projuventud 2014-2018, documento en el que se perfilan las acciones para atender sus demandas, acciones que comenzaron con categorías como el ‘Concurso Nacional de Música Ritmo Joven’, o ‘Joven A.C. (Agente de Cambio)’, y que hoy continúan con este taller impartido por la CNS”, comentó.

Por su parte, el director de la Coordinación Intersecretarial de la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob, José Luis Santisbón, indicó que para la dependencia a la representa resulta de suma importancia involucrar a las juventudes en estas acciones al ser un bono demográfico bastante grande.

Las y los jóvenes, agregó, son los actores más importantes con los que se cuenta para reconstruir el tejido social del país, para restaurar la cohesión social y para llevar a México a un mejor rumbo, uno en el que predomine la paz y la seguridad, uno en el que todos y todas puedan gozar plenamente de sus derechos sociales.

“Por ello, por su importancia demográfica, por su energía, por su talento y por su invaluable compromiso por atender causas sociales, es que los necesitamos y es por ello que queremos capacitarlos, para que orienten a otros jóvenes y cada vez tengan más confianza en las instituciones y éstas, atiendan más problemas”, expresó.

Finalmente, el director general de Política para el Desarrollo Policial de la CNS, Jorge Sánchez Arellano, destacó que mediante este programa de formadores se les brindan herramientas metodológicas fundamentales para el autocuidado así como  para la autoprotección en materia de prevención de la violencia y la delincuencia.

Dichas herramientas, concluyó, es para que las repliquen en otras partes del país en beneficio de otros jóvenes, que los orienten para erradicar estas problemáticas pero también para escuchar sus necesidades en la materia, entender las realidades que viven en cada entidad del país y así, crear acciones más puntuales en su beneficio.

 

 

IMJUVE /2017-B94

Ciudad de México, a 25 de Julio de 2017