El 26 de septiembre de 2014 se registró uno de los momentos más oscuros de la vida pública contemporánea en México. La desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, significó un parteaguas para millones de jóvenes, cansados de la vulneración y sistemático debilitamiento de sus derechos. Peor aún, la imposición de una “Verdad Histórica” supuso una demostración intolerable de la impunidad y corrupción que permeaba el ejercicio del poder público. A más de cinco años de los hechos, la reciente reapertura de sesiones de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, marcada por el hallazgo de los restos de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, con apenas 19 años al momento de su desaparición y la reconstrucción, por parte de la Fiscalía General de la República, del caso, refrendan el compromiso de la propia Fiscalía y del Gobierno de México con el esclarecimiento de los hechos, así como con la transparencia, la justicia y la legalidad frente a estos crímenes y plena solidaridad con sus víctimas.

 

Reconociendo que la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se ha configurado en símbolo insustituible del activismo y participación política de las juventudes en México, asumiendo también que la desaparición forzada constituye una de las más crudas realidades que atentan contra el bienestar de las personas jóvenes, al punto que el 44.7% de las personas extraviadas o desaparecidos en el país pertenecen a este grupo etario, el Instituto Mexicano de la Juventud se suma al llamado de la Presidencia de la República para abolir, mediante la construcción de nuevos lazos de entendimiento y activa colaboración entre sociedad y gobierno, el pacto de impunidad y de silencio que marcó por décadas el acceso a la justicia para las personas jóvenes. Al mismo tiempo, exhorta a las instituciones públicas de los tres niveles de gobierno a mantener una permanente actitud de respeto ante sus demandas y movilizaciones, reconociendo su protagonismo como actores centrales para el fortalecimiento de la función pública y la construcción de sociedades más justas y equitativas, para así jamás repetir hechos como los vividos aquella fatídica noche de septiembre.

 

Finalmente, expresa su solidaridad con las familias y seres queridos de los miles de jóvenes que aún permanecen desaparecidos en el país, reiterando en ello su compromiso de hacer prioridad de la agenda de gobierno la garantía de bienestar para todas las personas jóvenes.

 

INSTITUTO MEXICANO DE LA JUVENTUD