De acuerdo con el Programa Nacional de Juventud (Projuventud) 2014-2018, para que la población joven se desarrolle plenamente resulta fundamental impulsar mecanismos a través de los cuales se prevenga el consumo de sustancias nocivas para la salud, como el tabaco, el alcohol y drogas ilegales y se brinde información que les permita tomar decisiones informadas y responsables.

¿Cómo podemos prevenir?

1-Informar: Proporcionar información sobre las repercusiones reales del tabaco en el cuerpo y sobre las enfermedades que origina, los porcentajes de muerte que causa y el deterioro que provoca en el cuerpo resulta fundamental para crear conciencia entre las juventudes.

2- Psicoeducar: El segundo paso que se debe realizar consiste en “Psicoeducar”, es decir, en proporcionar información acerca de las cualidades psicológicas del consumo de tabaco.

3- Apoyar en el ejemplo: Es muy importante que la persona encargada de realizar las intervenciones preventivas del tabaquismo (sea amigo, padre, madre, etc.) pueda predicar con el ejemplo y, por lo tanto, no fume. De lo contrario, todo lo expuesto puede perder su valor y no causar ningún efecto preventivo sino más bien todo lo contrario.

4- Realizar actividad física: Realizar actividad física, fomentar actividades saludables y adoptar estilos de vida sanos son el mejor mecanismo para no dar lugar de entrada al tabaquismo.

5- Conocer las consecuencias: A diferencia de otras sustancias que provocan consecuencias rápidamente, el tabaco requiere un consumo más prolongado para resultar altamente nocivo.

El tabaco se relaciona con tres enfermedades principales: las enfermedades respiratorias, el cáncer y las enfermedades vinculadas al aparato circulatorio.

cigarros en una mesa, un cenicero y un cigarro consumiéndose