Uno de los aspectos más importantes que contribuyen a que las personas jóvenes alcancen una situación de bienestar, un buen desarrollo y una vida independiente, es la presencia de entornos seguros donde desenvolverse; no obstante, este sector de la población ha remarcado en diversas encuestas no sentirse seguro en su colonia o vecindario por cuestiones de robo o asalto.

Por ello, el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) impulsa la recuperación de espacios públicos para transformarlos en entornos para la participación social mediante expresiones deportivas y culturales, pues es una de las opciones que ha generado grandes resultados en diversas ciudades del país y en el plano internacional, para coadyuvar en la reconstitución del sentido comunitario.

La construcción y/o diseño de espacios seguros garantizan la dignidad y la prosperidad de las personas jóvenes, permitiéndoles participar en cuestiones de gobernanza e incidir en las políticas públicas que dan forma a su vida, además, les brindan la oportunidad de participar en deportes y en otras actividades de ocio en la comunidad para que puedan desarrollarse plena e integralmente.

Sin la existencia de un espacio seguro, las personas jóvenes de diferentes etnias, sexo, afiliación religiosa o antecedentes culturales pueden sentirse intimidados para contribuir de manera libre al desarrollo de la comunidad en la que habitan. Cuando este sector tiene espacios seguros para participar, pueden contribuir al desarrollo sostenible, incluida la paz y la cohesión social.

Joven en bicicleta