Las personas jóvenes juegan un papel muy importante en el desarrollo económico global, pues por su energía, talento y creatividad, representan una oportunidad única para generar un crecimiento económico mayor, pero para que los países puedan aprovechar este dividendo, es necesario que sus jóvenes tengan suficientes oportunidades laborales y con condiciones de trabajo dignas.
No obstante, la realidad es que las oportunidades que tienen los jóvenes a nivel global son pocas. En general, enfrentan tasas de desempleo entre dos y tres veces más altas que el resto de la población dependiendo del país, lo que no permite que este sector de la población se desenvuelva plena e integralmente para que a la par, contribuyan a alcanzar el desarrollo sostenible.
Conscientes de ello, se trabaja desde distintos ámbitos y áreas para dar solución a estos contextos y es por ello por lo que hoy las empresas están invirtiendo más en su talento joven, aprovechando su productividad y su inventiva para crear productos novedosos y servicios que se adapten mejor y que entiendan mejor tanto a la presente como a las futuras generaciones de consumidores.
Promover el empleo y las empresas, garantizar los derechos en el trabajo, extender la protección social y fomentar el diálogo social son los cuatro pilares con lo cuales es necesario operar para seguir garantizando que las y los jóvenes accedan a empleos dignos que los conduzcan a alcanzar el bienestar para ellos, sus familias y sus comunidades y contribuir al desarrollo desde lo local.
