Tanto el noviazgo como la amistad, son relaciones afectivas entre dos (o más) personas, y sin duda alguna, son de las más comunes en el transcurso de la vida de todos los seres humanos. En ambas, se tiene un sentimiento convenido con otra persona, donde se busca confianza, amor y respeto y se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia.
Su importancia se ve reflejada en celebraciones como la del Día del Amor y la Amistad, festividad asimilada por la iglesia católica que se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, de prohibir los matrimonios de jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.
Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para las y los enamorados. Al enterarse, Claudio II lo sentenció a muerte el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Por este motivo, en muchos países se conmemora todos los años la celebración, a la que se suma, la amistad como parte importante y complementaria.
En este respecto, cabe destacar que de acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), respecto a la situación conyugal de las y los jóvenes de México, el 73.8% de los hombres son solteros (73.8%), el 11.1% están casados, el 13.1% viven en unión libre, el 1.0% se encuentran separados de su pareja, y el 0.2% son divorciados.
Para las mujeres se observa una configuración diferente ya que su unión se da a más temprana edad. Es por lo anterior que el 33.1% de las mujeres jóvenes se encuentran casadas o en unión libre (8.7 puntos porcentuales más que los hombres jóvenes), mientras que el 63.0% se encuentran solteras, el 2.9% separadas, el 0.3% divorciadas y tan sólo el 0.2% viudas.
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