Una de las características históricamente asociadas con la condición juvenil es el cambio constante. Cambio de look, cambio de estilo de música favorita, cambio de amigas y amigos, cambios en la carrera que deciden estudiar, cambios de trabajo, en fin, múltiples cambios. Por ello, transitar hacía una producción y un consumo responsable en nuestro mundo, no puede ser entendido sin la participación de las personas jóvenes.

 

Ante la realidad que apremia a la humanidad, existen esfuerzos locales, nacionales e internacionales para que las modalidades de consumo y producción sostenible sean impulsadas, lo que representa un nicho de oportunidad para las empresas, pero también representa una alternativa para los consumidores.

 

Los hábitos de consumo y producción son también reflejo de una sociedad y sus generaciones. Apostar por consumos sustentables debe ser el sello de los más de 38 millones de jóvenes con los que cuenta México actualmente.  Por ejemplo, ¿sabías que, si se empezara a utilizar bombillas de bajo consumo, se ahorrarían hasta 120.000 millones de dólares anuales a nivel mundial?

 

El objetivo 12 de los ODS implican un gran reto para las juventudes, para vivir en un mundo justo no se puede dejar de lado la sostenibilidad no sólo como un mero discurso utópico, ya que ese modelo no implica únicamente una idea ambientalista asumida como una mera entelequia, por el contrario, el reto principal es cambiar la realidad, los modos de producción, las relaciones sociales y de los individuos con la naturaleza. Debemos asumir nuestra naturaleza, somos seres que habitan en un ecosistema el cual hemos modificado durante siglos.

 

Podemos resumir el presente objetivo en hacer más con menos, y para ello, también las personas jóvenes juegan un papel central, necesitamos de su innovación. Transformar los avances tecnológicos de los últimos en realidades energéticas son sin duda un componente fundamental. ¿Cómo logramos producir los bienes que nos ofrecen una mejor calidad de vida sin poner en riesgo a las siguientes generaciones?

 

Es tiempo de asumir las responsabilidades y sumar voluntades para reducir a la mitad los desperdicios por persona a nivel de particulares y de empresas, realizar un esfuerzo por reducir la generación de desperdicios. Para recordarlo de manera sencilla, te invitamos a ser parte del movimiento de las tres “R”: Reducir, Reutilizar y Reciclar. ¿Te sumas?

Por último, ser observadores permanentes de que las grandes compañías sean responsables con el medio ambiente y ser la voz para que se siga fomente la adopción de nuevos estilos de vida sostenible, es tarea de todas y todos.